bilbao - ¿Qué supone para el Iberojet Palma llegar a este momento de la temporada?

-Mucho orgullo y una gran ilusión. Era el objetivo que teníamos a largo plazo, como supongo lo tenían la mayoría de los equipos, y después de cómo ha transcurrido el año, salvar las dificultades y llegar aquí es una satisfacción y algo estimulante.

A su equipo le costó arrancar. ¿Quizás salieron demasiado presionados porque el club no ocultó el objetivo de ascender?

-Puede ser, la campaña promocional era clara y muchos quizás pensaron que transitar por esta liga iba a ser un camino de rosas. Y se ha demostrado que no. Nos costó dar con la tecla, porque siempre cuesta, y quizás esa presión nos pasó factura. Pero a base de ir modificando cosas hemos logrado alcanzar un gran nivel en la segunda vuelta.

Sé que le gusta trabajar mucho el aspecto mental. De cara a esta Final Four, imagino que más aún.

-Los aspectos tácticos en una cita así son muy importantes, pero los mentales son claves. Siempre lo he tenido claro. Desde que llegué el año pasado trabaja con nosotros un coach mental y al margen de lo que hemos trabajado a nivel técnico y táctico, la fortaleza mental que ha ido adquiriendo el grupo es lo que nos ha traído hasta aquí, al margen de la materia prima, que es buena.

Este formato para la mayoría de los que van a estar en Bilbao es nuevo. ¿Hay margen para sorprender?

-Creo que sí, en un play-off es más difícil porque los equipos se van conociendo muy bien. Aquí todo va a ser diferente. Hace mucho que nos enfrentamos al Ourense y lo mismo el Bilbao Basket con el Melilla. Todos hemos ido cambiando algunas cosas y puede haber sorpresas, seguro. Pero a un partido los pequeños detalles marcan la diferencia.

Hablar de favoritos o víctimas cuando ha habido tanta igualdad no tiene mucho sentido.

-No, ninguno. No caigo en eso de decir que el Bilbao Basket sea favorito por jugar en casa, o que nosotros lo seamos ante el Ourense porque les hemos ganado dos veces. Los cuatro equipos que llegan a una Final Four no lo hacen por casualidad, hay mucho trabajo detrás. Son los que están mejor preparados para el reto. Van a ser partidos muy igualados.

En el caso del Iberojet Palma, es el único de los cuatro que no ha logrado un ascenso a la ACB. Puede ser una motivación extra.

-Ojalá. El Melilla y el Ourense son dos históricos de la LEB Oro. Y del Bilbao Basket, qué voy a decir que no se sepa. Lo que hemos conseguido ya es histórico no solo para el club, sino para el baloncesto de la isla, pero no nos conformamos con eso.

¿Cuáles pueden ser, a grandes rasgos, las claves de esta Final Four?

-Va a ser fundamental el control de las emociones. Para el Ourense y para nosotros, por descontado. Para el Bilbao Basket, porque tiene que gestionar el ser anfitrión y lo que supone. Y para el Melilla, lo mismo, porque tiene que jugar delante de 10.000 personas.

¿Que esta Final Four vaya a ser en Miribilla le da más trascendencia?

-Nosotros la pedimos, pero Miribilla tenía que ser el escenario. No hay una cancha igual y es la afición que en mayor número ha asistido a los partidos. Todos hemos jugado ya una vez allí y para nosotros fue una gozada. La verdad es que da una dimensión diferente a un evento así.