Bilbao - O Final Four o vacaciones prematuras. El Bilbao Basket afronta hoy uno de esos duelos sin término medio, una cita sin red de seguridad en la que los hombres de negro recibirán en Miribilla al Palencia con el objetivo de sellar una serie dura, igualada y tensa para seguir transitando por esos escalones que conducen a la Liga Endesa. Dos veces se adelantaron en la eliminatoria los de Álex Mumbrú, dos veces igualaron los de Carles Marco y con los físicos y las mentes habiendo sufrido una importante desgaste como consecuencia de los esfuerzos y la acumulación de tensión, el Bilbao Arena ejercerá hoy de juez plenipotenciario. El futuro no existe y el pasado no cuenta ya para nada, solo importa lo que acontezca hoy a partir de las 20.30 horas.

Este tipo de choques hay que saber jugarlos porque van más allá de lo meramente baloncestístico. Entran en juego con mucha importancia otros factores como los nervios, lo pasional, la motivación o la coraza mental. Pero tan malo puede ser el exceso como el defecto. En el punto medio está la virtud, pero saber encontrarlo es un arte complicado porque hay mucho en juego, aunque ambas escuadras cuentan con jugadores con muchos tiros pegados en este tipo de batallas deportivas.

En el vestuario del conjunto vizcaino son conscientes de todo lo que envuelve este tipo de citas, pero, como asegura el propio Mumbrú, “lo primero y fundamental es jugar bien a baloncesto”. “Yo creo que lo hemos hecho en todo el play-off. Luego, también es importante estar intensos y con la actividad necesaria para jugar un partido así. El equipo está concentrado para hacer las cosas bien”, añadió ayer el preparador de los hombres de negro. Su capitán, Javi Salgado, aportó también su punto de vista sobre la carga emocional del duelo: “Siempre es importante controlar las emociones. A veces es difícil porque estás a tope y hay roces y golpes, pero tener la cabeza fría, pensar y estar lo mejor posible físicamente al ser el quinto partido en pocos días es importante. Pero también hay que salir con ese punto de energía que te haga estar a tope y que te permita transmitir ese estado a los compañeros. Si el partido va muy ajustado, los bases y el cuerpo técnico son los que más tienen que pensar y organizar para defender y atacar mejor”.

Con cuatro enfrentamientos en diez días, queda poco lugar para las sorpresas tácticas. “En los dos o tres primeros partidos puedes sorprender con algo pero a estas alturas poco queda por enseñar. Carles ha sacado todo, yo también y ahora es cuestión de detalles, de igualar el nivel físico, de acertar, de intentar llegar bien?”, apuntó Mumbrú. Hasta el momento, los choques han caído del lado del equipo que ha sabido imponerse en la batalla de las pinturas. Cuando los interiores del Bilbao Basket han encontrado espacios en las distancias cortas y se han impuesto en la pugna del rebote, las victorias han sido para los suyos; cuando los Urko Otegui, Rokas Gustys, Nikola Cvetinovic y Moussa Kone se han hecho notar, los palentinos han dejado de estar contra las cuerdas. Además, al contrario de su rival, los hombres de negro han necesitado buenos porcentajes triplistas para ganar, por lo que las muñecas de jugadores como Edu Martínez, Osvaldas Matulionis, Iván Cruz o Thomas Schreiner deberán dar un paso al frente.

El factor Miribilla Además, el Bilbao Arena, que registrará hoy una muy buena entrada, debe convertirse también en un elemento desequilibrante. “Yo creo que el pabellón va a estar a tope. Necesitamos Miribilla a reventar y estoy seguro de que la gente va a responder. Ya se ha visto el ambiente que hemos sufrido en Palencia. Es normal, es play-off y todo el mundo quiere animar a su equipo y hacer lo posible para que los suyos ganen. Seguro que tendremos momentos malos y duros, momentos en los que el rival va a estar muy acertado o defendiendo muy bien, y ahí es cuando notas y sientes el ambiente. Necesitamos que esto sea una caldera”, reconoció ayer Salgado. “Para nosotros jugar en casa es fundamental. Perdimos el factor cancha aquí, lo recuperamos en Palencia y ahora lo volvemos a tener. Estoy convencido de que la marea negra va a estar con nosotros y será muy importante porque con tanto partido notamos el cansancio. Si juegas en casa y la gente te anima, todo es más fácil”, respaldó Mumbrú, concenciado de que tanto él como sus pupilos se encuentran hoy ante un duelo sin vuelta atrás. Esta noche el Bilbao Basket será equipo de Final Four o estará ya de vacaciones.