CADA arma, cada pequeño aporte es necesario para sacar adelante un ascenso. Para cumplir el sueño de volver a la Liga Endesa. El Bilbao Basket era consciente de ello y por eso no solo preparó con mimo el partido, también quiso que cada factor, hasta el más pequeño, pudiera estar en su favor. El club bilbaino realizó un llamamiento a su afición. Le pidió ser uno más en la cancha y ejercer de aliento en los malos momentos y de viento huracanado que sirviera para alargar los buenos. Y Miribilla respondió. Ese ambiente de las grandes citas, apagado en los últimos años debido al devenir de un equipo más acostumbrado a los nubarrones que a las tardes de gloria, resurgió para servir de estímulo durante los cuarenta minutos. No hubo momento para el descanso, ánimos y más ánimos. Todo ello para llegar al éxtasis final con la victoria por veinte puntos. El Bilbao Basket superó la primera prueba del play-off y la afición cumplió de manera sobresaliente.

La hora del partido, poco habitual para los aficionados bilbainos, tampoco sirvió de excusa. La ilusión derrotó de manera contundente a la pereza y el Bilbao Arena acogió una de sus mejores entradas de la temporada. La asistencia rozó los ocho mil espectadores, otra prueba más del hambre que tienen los seguidores por vivir noches mágicas y ayudar a su equipo en su sueño de retornar a la máxima categoría. Una entrada muy superior a la que se vivió en el resto de los encuentro disputados, en parte por la capacidad del propio feudo bilbaino. Miribilla se postuló ayer como una plaza que vibra con el baloncesto y el club espera agarrarse a ese apoyo durante mucho tiempo y, si los resultados acompañan, una vez más en la Liga Endesa.

Recuerdos de Exjugadores El Bilbao Basket es un club que genera grandes recuerdos para todos los miembros que pasan por él. No importa los malos momentos vividos ni las épocas de derrotas. El conjunto vizcaino y su afición siempre han creado grandes vínculos con prácticamente todos sus jugadores. Por ello, en una fecha señalada como la de ayer, varios exjugadores quisieron mostrar su apoyo al que para muchos se convirtió en su segunda casa. Nombres como el de Marko Banic o Paco Vázquez, entre otros, aparecieron en el videomarcador pocos minutos antes del salto inicial para lanzar un último mensaje de apoyo. Figuras de antaño que vivieron la época dorada del Bilbao Basket y rozaron la gloria europea, no quisieron faltar en esta otra batalla, un escenario diferente pero en el que volvieron a demostrar ese amor especial que todavía guardan a pesar de la distancia.

La LEB Oro no apagó los ánimos de los aficionados del Bilbao Basket. Durante toda la temporada el público respondió. El Bilbao Arena no paró de registrar buenas entradas y se convirtió en envidia de más de un pabellón. Silenciado a causa de los malos resultados. La marea negra no desapareció nunca, pero para el play off tenía guardada otra marcha más. Bajo el tono de una Marcha de la victoria de Aida, que duró algo menos de lo planeado debido a un ataque inicial congestionado y con varias interrupciones, la afición entró al partido con mucha fuerza y contagió a los jugadores. El Bilbao Basket dibujó un 8-0 inicial y la gente disfrutó. Cada canasta fue contestada con un aplauso, con otro grito de apoyo y en ningún momento hubo silencio.

Pero las aficiones ganan su fortaleza en los malos momentos. Las rachas de buen juego contagian a todo el público y que la emoción aflore resulta sencillo. Es cuando pintan bastos cuando se necesita ese empuje extra. Esa bombona de oxígeno tan necesaria para los jugadores, para reengancharse de nuevo al encuentro. El Palencia demostró no ser un rival sencillo y la puesta en escena bilbaina no le achantó. Se reengancharon al encuentro y crearon alguna duda en las gradas. Sin embargo, no hubo murmullos ni miedos. El sonido de los aplaudidores siguió creando esa sensación de tormenta continua y los jugadores no defraudaron a sus seguidores para dar el golpe definitivo en el último cuarto.

Los propios entrenadores alabaron el esfuerzo de la afición de Miribilla, en especial Álex Mumbrú, que quiso agradecer en rueda de prensa la actitud de los aficionados: “En un partido que ha sido igualado en la primera parte, nos han llevado en volandas, han estado animando desde el minuto uno y desde antes de empezar. Ver Miribilla y con la gente así es algo increíble”. También disfrutó, aunque de otra manera, el técnico visitante. “Ha sido fantástico. Esta ciudad vive el baloncesto a tope. Ojalá este ambiente siga muchos años en este pabellón”, comentó Carles Marco. La marea negra tuvo el reconocimiento de aliados y rivales. Mañana el Bilbao Basket afrontará su segunda prueba, la oportunidad de encarrilar la eliminatoria y la afición también deberá repetir actuación para ayudar a los suyos.