El pasado 2 de agosto, justo seis meses después de protagonizar uno de los traspasos más impactantes e inesperados de la historia de la NBA con su aterrizaje procedente de los Dallas Mavericks, Luka Doncic decidió unir su futuro profesional a los colores oro y púrpura de Los Angeles Lakers con un contrato que le permitirá embolsarse 165 millones de dólares durante los tres próximos ejercicios. “Estoy emocionado de seguir trabajando para traer campeonatos a Los Ángeles y hacer sentir orgullosa a la Laker Nation”, aseguró el esloveno en el momento de estampar su firma en el nuevo acuerdo, añadiendo que “estoy agradecido a los Lakers, a mis compañeros de equipo y a todos los aficionados que me han mostrado tanto cariño desde el primer día. Esto es solo el comienzo”. Por su parte, Rob Pelinka, presidente de operaciones de baloncesto y mánager general de la franquicia californiana, fue aún más categórico al definir el momento como “monumental”: “Luka es uno de los jugadores más trascendentales del juego y su dominio en la cancha y su pasión no tienen comparación. Desde el momento en el que Luka se convirtió en jugador de los Lakers hubo una conexión inmediata y una admiración mutua entre él y nuestra afición. Luka liderará a nuestra franquicia en la búsqueda de futuros campeonatos, un objetivo que definirá para siempre a los Lakers”, argumentó. Palabras mayores si se tiene en cuenta que la franquicia tiene todavía en nómina a LeBron James, una leyenda que a sus 40 años se dispone a arrancar su 23ª temporada en la NBA con un rendimiento todavía superlativo.
En el ámbito deportivo, parece complicado que la franquicia angelina esté en disposición de acercarse al objetivo de conquistar el anillo de campeón el próximo ejercicio. Los grandes números de Doncic y LeBron, además de la aportación de Austin Reeves, fueron insuficientes para avanzar más allá de la primera ronda del play-off de la Conferencia Oeste la pasada campaña y refuerzos como los del base Marcus Smart o el pívot DeAndre Ayton parecen escasos si se pretende dar un importante salto de calidad, por mucho que el jugador exterior esloveno esté llevando a cabo un intenso plan de preparación física, con nuevos hábitos de alimentación y ejercicio, como ha quedado constatado en la portada de la edición especial de verano de la revista Men’s Health. Eso sí, parece ya claro que el futuro de LeBron en los Lakers no se extenderá más allá del próximo verano y que las llaves de la franquicia, la más exitosa de la historia de la NBA solo por detrás de los Boston Celtics, están en manos del prodigio europeo de 26 años, a quien esta renovación plantea además un horizonte económico dorado a más no poder después de siete exitosas temporadas en la NBA, con cinco presencias en el mejor quinteto del curso y otras tantas designaciones para disputar el All Star, además de otras conquistas individuales.
Supermáximo
Una de las consecuencias que tuvo para Doncic su traspaso desde los Mavericks el pasado mes de febrero fue que le impedía acceder este verano a un contrato de los denominados supermáximos que le hubiese permitido firmar por cinco temporadas y 345 millones de dólares con la franquicia texana, con la que el jugador formado en el Real Madrid había creado unos lazos de unión mucho más allá del plano meramente deportivo y que no tenía intención de abandonar. Entre todos los escenarios que tenía ante sí tras su llegada a los Lakers, ha optado por aquel que le permitirá firmar ese supermáximo dentro de tres años. El nuevo contrato rubricado el pasado sábado entrará en vigor el próximo verano –por lo tanto no será agente libre– y se extendería hasta 2029 (51, 55,1 y 59,2 millones), pero el último curso es opcional para el jugador. Lo lógico sería que llegado el momento lo decline y en 2028 firme el supermáximo como jugador angelino por cinco nuevas temporadas por un montante total que podría llegar a los 417 kilos, según diversas estimaciones atendiendo al tope salarial de la competición.
Sin llegar a firmar ese gran contrato que aparece en su horizonte, Luka Doncic figura ya, con solo 26 años, en el top 25 histórico de la NBA en lo que a ganancias garantizadas en su carrera se refiere, con un total de 364 millones de dólares. La renovación ayer mismo del base De’Aaron Fox con los San Antonio Spurs (229 millones, cuatro temporadas) colocan a Doncic en el puesto 25 de una tabla en la que todos sus integrantes se encuentran actualmente en activo, lo que habla bien a las claras del momento de enorme pujanza económica por el que atraviesa actualmente la competición estadounidense. Lebron James, rozando los 584 kilos, encabeza el ranking, seguido por Stephen Curry (535), Devin Booker (533), Paul George (518) y Joel Embiid (514), según datos de la web HoopsHype.
Eso sí, Doncic no figura entre los veinte jugadores de la NBA que más dinero ganarán la próxima temporada. Los 46 millones que se embolsará le colocan en el puesto 21, bastante lejos de los 59 de Curry o los 55 de Nikola Jokic.