EL Baxi Manresa tiene en su banquillo una pareja de lujo, con permiso de Marc Estany, de 33 años, que completa el cuerpo técnico. Pedro Martínez y Salva Maldonado vuelven a coincidir 30 años después de que ambos fueran entrenador jefe y ayudante en el propio club catalán. No suele ser habitual que dos técnicos veteranos tengan esos roles, pero la buena relación que les une ha hecho que dos de los seis entrenadores con más partidos en la Liga Endesa estén llevando de nuevo a los del Bagès a las puertas de la Copa, que Maldonado ya ganó como primer entrenador en 1996.

“Es el equipo mejor entrenado de la ACB”, asegura Jaume Ponsarnau, que fue ayudante de Martínez en Valencia y sabe que muchas de las cosas que propone el rival de mañana del Bilbao Basket “tienen que ver con lo que hace en los entrenamientos”. El técnico del Manresa, de 62 años, cumplirá hoy su partido 999 en la Liga Endesa en la que es su trigésimoprimera temporada. Después de haber entrenado a once equipos de la competición, solo tiene por delante al inalcanzable Aíto García Reneses, con más de 1.200 encuentros dirigidos en la máxima categoría.

Martínez ha construido esta temporada un equipo muy atractivo de ver, que impone un ritmo altísimo a los partidos y plantea una defensa muy agresiva y un ataque en el que los triples tienen un papel determinante ya que el Manresa es el equipo que más intentos realiza desde detrás de 6,75 metros. Precisamente, Salva Maldonado, de 64 años, es un ferviente defensor de la importancia del triple en el baloncesto actual y ya la explotó en su etapa en el Joventut hace casi una década. Tras su breve paso por Burgos hace dos temporadas, donde solo dirigió cuatro partidos, alcanzó los 616 choques en la ACB y ahora ha regresado en un plano más secundario.

Marc Estany, cuyo papel y conocimientos también destaca Ponsarnau, tiene la oportunidad de aprender de dos leyendas de los banquillos que en estos 30 años separados se han sabido adaptar a los tiempos y han llevado trayectorias similares ya que ambos han sido entrenadores de clubes como el Joventut, el Gran Canaria, el Estudiantes, el Baskonia, el Cajasol o incluso el Ourense. Ahora han vuelto a poner al Manresa entre los mejores con su atención por los detalles y su capacidad de convencer a unos jugadores con hambre y ganas de mejorar, algo que quizás no tenían otras estrellas que han podido dirigir en clubes con más capacidad económica.