El Barakaldo descendió de la Liga Asobal en la temporada 2003-24 y desde entonces ningún club vizcaino ha conseguido darle el relevo en la máxima categoría del balonmano estatal. Es decir, esta campaña que comenzó ayer será la vigésima consecutiva sin ningún conjunto del territorio en lo más alto. De hecho, para encontrar el techo del balonmano vizcaino hay que mirar a la División de Honor Oro femenina, la segunda, donde el Zuazo peleará a partir del 30 de septiembre para volver a la élite. Pero es que en categoría masculina es necesario entornar aún más los ojos y retroceder hasta Primera Estatal, el tercer escalón, para ver competir a Romo, Trapagaran, Basauri y el ya mencionado Barakaldo.

Y es precisamente la comparecencia de tantos equipos vizcainos en esta categoría el principal argumento que esgrime Carlos J. Roca, presidente de la Federación vizcaina de balonmano (FVBM) para razonar la ausencia de conjuntos del territorio en Asobal: “En categorías altas uno de los problemas, y digo problemas entre comillas, es que tenemos cuatro equipos en Primera Estatal cuando lo ideal sería tener una estructura piramidal con uno en Asobal, otro en Plata, otro en Estatal… Pero está claro y se comprende que los intereses de cada club son intentar quedar siempre lo más arriba posible de cara a las subvenciones y a los patrocinadores porque siempre les es más atractivo cuanto más arriba estás”.

“Tenemos cuatro equipos en Primera Estatal cuando lo ideal sería tener una estructura piramidal con uno en Asobal, otro en Plata, otro en Estatal… Y así todo el talento se quedaría en casa”

Así pues, Roca no ve claro que haya jugadores suficientes para poder mantener a tantos equipos vizcainos a un alto nivel y, aunque tampoco tiene claro cómo podría conseguirse esa estructura piramidal, reconoce que sería perfecta: “Porque así todo el talento que se generaría se quedaría aquí, al nivel que le correspondería. Pero no solo hablo de jugadores, sino también de entrenadores, de clubes...”. Y es que aunque esta situación es, tal y como explica el presidente de la FVBM, “es una realidad que viene de muchos años atrás”; esta no empaña la salud del deporte de la pega en Bizkaia, que según Roca es buena: “No lo veo mal, en cuanto a licencias mantenemos los niveles prepandémicos y el número de equipos sigue siendo el mismo. Pero el objetivo de estos clubes no es meramente deportivo sino que cumplen la función social de dar cabida a todos los chavales y chavalas que quieran jugar al balonmano”.

En esta tesitura, la representación vizcaina en la Asobal acaba de empezar se limita a cinco jugadores: los etxebarritarras Gorka y Asier Nieto, ambos en el Bidasoa Irun ejerciendo de central y lateral izquierdo, respectivamente; los canteranos del Urduliz Lander Simón, muskiztarra que este año será el lateral derecho del Puerto Sagunto, e Ignacio Suárez Uribe-Etxebarria, bilbaino que cumplirá su segundo año como central del Huesca; y el getxotarra Pablo Paredes, que salió de Urdaneta y que esta temporada regresa de la liga francesa para limitar en el Torrelavega como lateral izquierdo.

El Barça, favorito al título

La nueva temporada de Asobal echó a rodar ayer con el favorito de siempre en todas las quinielas: el Barcelona. El conjunto catalán lleva dominando con brazo de hierro la máxima categoría del balonmano trece campañas consecutivas. Es decir, desde la 2010-11 no ha dejado que nadie se siente en su trono.