El nuevo técnico del Villarreal, Quique Setién, afirmó ayer miércoles en la rueda de prensa de su presentación que en estos momentos cree que es “la envidia de muchos entrenadores” por haber tenido la posibilidad de asumir el puesto y agradeció la posibilidad de llegar a un club “excepcional” que se identifica con su manera de ver y hacer las cosas. “No podía venir a un sitio mejor. Me siento una persona muy feliz y tengo una ilusión enorme de estar aquí; He de reconocer que no tenía muchas ganas de entrenar y he dicho no a otras ofertas, pero este es un club familiar y cercano. Me he encontrado un gran vestuario, con grandes futbolistas y un buen grupo y quiero disfrutar con ellos en un club que se ha hecho a sí mismo y está entre los mejores”, agregó.

El cántabro admitió que la llamada para firmar por el Villarreal fue inesperada y que pensó que se trataba de una broma, pero tardó cinco segundos en cambiar de idea. “En ese momento estaba desconectado y, seguramente, no habría vuelto a entrenar. Este es un club que ha estado cerca de ganar muchas cosas. Yo soy ambicioso y sabéis cómo me gusta hacer las cosas. A los jugadores les he dicho que llevo dos años fuera y que debo ponerme en situación, pero en dos días me pongo como una moto”, indicó.

También matizó que las circunstancias del Barcelona, el último club al que dirigió, fueron diferentes a lo que ha había vivido con anterioridad. “Allí no fui yo, no pude serlo, pero me queda la experiencia y de ellas uno sale siempre reforzado”, continuó.

Setién señaló que tiene sus diferencias a la hora de trabajar con la forma de Unai Emery. “Lo importante es que los jugadores me conocen, saben mi forma de jugar y que será fácil que entiendan los cambios para mejorar. Yo he notado cómo ha sido el equipo de Emery y espero que se note cómo soy yo”, precisó. Setién debuta esta tarde (18.45 horas) con el submarino amarillo ante el Hapoel Beer Sheva, en el quinto partido de la Conference League, sin jugarse ya nada, tras asegurar la clasificación y como primeros de grupo.