Asier Martínez, el nuevo bronce mundial de los 110 metros vallas ha aterrizado hoy en Madrid. El navarro de 22 años ha comentado a su llegada al aeropuerto que le va a costar “visualizar que soy medallista mundial”, y confiesa que esa medalla no era su propósito principal: “Mi objetivo era meterme en la final y ya era un logro”. El corredor lleva desde que tiene “uso de conciencia” siguiendo el atletismo: “Antes era uno de los que idolatraba y se me hace raro verme a mi con la medalla”.

Respecto a la carrera, reconoce que salir desde la calle ocho no le dio mucha visibilidad para mantener referencias y fue en la entrada cuando se percató de que había llegado tercero con bastante margen sobre el cuarto: “Al girar la cabeza y ver que solo habían entrado los americanos por delante de mí es cuando comencé a celebrarlo”. 

El de Zizur Mayor define la carrera como “muy tensa”, principalmente por la no participación de dos de los favoritos. La del vigente campeón olímpico Hansle Parchment, con una lesión durante el calentamiento, y la del local Devon Allen, que fue descalificado en la salida. Martínez cuenta que “es complicado gestionar ese momento”, ya que “podía inducir al error más fácilmente”. Pero el navarro consiguió no salirse de su hoja de ruta y dejar al margen “esos factores”. 

La primera persona en la que pensó el joven atleta tras cruzar la línea de meta fue en François Beoringyan, su entrenador. “Yo soy de los que piensa que el atleta sufre con el entrenador y el entrenador sufre con el atleta”, explica Martínez. Pero tampoco ha desaprovechado la ocasión para mencionar a toda la “cuadrilla, amigos y compañeros de entrenamiento” que día a día le han acompañado en los buenos y malos momentos.

Próximo objetivo

Apenas sin tiempo para asimilar este éxito, el navarro enfrenta otra gran cita el 15 de agosto en el Europeo de Múnich. Repetirá el mismo plan que en el Mundial: “El objetivo es llegar a la final y como he hecho en el Mundial, pelearla”. 

Su repentino éxito hace que se empiece a hablar ya de los Juegos Olímpicos de París en 2024, pero el de Zizur Mayor piensa en objetivos más cercanos: “De momento tenemos muchas competiciones de por medio. A corto plazo el Europeo de Múnich y a largo plazo el Mundial de Budapest el año que viene”.