El Surne Bilbao Basket se ha ganado la tranquilidad definitiva con sus dos últimas victorias en Miribilla. Las seis derrotas en siete partidos y la sensación de que los equipos de abajo empezaban a sumar crearon inquietud, sobre todo porque se avecinaba entonces un calendario complicado, con duelos consecutivos ante el Valencia Basket y el Real Madrid que no invitaban al optimismo. Pero, de nuevo, los hombres de negro han dado muestras de su capacidad de reacción con dos triunfos conquistados con mucho mérito y por pura energía y han alcanzado ya las trece victorias, que ya se sabe que es un mal número si no crece.

Total, que la pregunta que se hacen muchos seguidores del Bilbao Basket es: ¿y ahora qué? De nuevo, es pertinente cambiar el objetivo, buscar nuevos alicientes para el tramo final de una temporada que va a acabar mucho mejor de lo esperado cuando arrancó, pero en la que tampoco conviene dejarse ir. Los puestos de play-off aún están al alcance, sobre todo porque los dos conjuntos que están igualados en la octava plaza, el UCAM Murcia y el Gran Canaria, son los dos próximos rivales de los de Álex Mumbrú, empezando el domingo en la isla.

Ambos tienen quince victorias y también el Breogán, con catorce, y el Unicaja, con trece, quieren mantenerse en esa pelea, como prueba que ayer ganaran al Manresa y al Barça en el Palau, respectivamente, para subrayar una vez más la igualdad que reina esta temporada en la Liga Endesa. Las dos próximas jornadas determinarán qué equipos mantienen esa aspiración de disputar las eliminatorias por el título y cuáles tendrán que conformarse con el premio de consolación que desde hace unas campañas es lograr una plaza para las competiciones europeas.

En este curso doce equipos de la ACB han jugado en el continente y ahora mismo el Bilbao Basket ocupa la duodécima posición. Sin embargo, todavía es una incógnita qué formato tendrán las distintas competiciones como consecuencia del conflicto de Ucrania. En Lugo y en Málaga ponen el foco en intentar alcanzar la novena o décima plazas de la Liga Endesa ya que eso puede suponer que la presencia en Europa, o al menos la posibilidad de decidir, está asegurada en cualquier circunstancia. En el club vizcaino no hay aún ningún pronunciamiento en este sentido, ciertamente la experiencia de la pasada temporada no fue satisfactoria, pero la presencia de la Final Four de la Champions League en Bilbao a comienzos de mayo significa que hay un interés mutuo de la competición y de la ciudad por estar juntos.

Así, una buena meta para las últimas seis jornadas sería, al menos, alcanzar al Breogán ya que cualquier empate sencillo o múltiple con los gallegos involucrados dejaría al Bilbao Basket por delante al haber ganado los dos partidos al cuadro lucense. Casi todos los equipos se están jugando algo y los hombres de negro tienen que medirse, además, al Tenerife, al Barça y a dos rivales que luchan por la permanencia como el Zaragoza y el Real Betis, así que tienen asumido de sobra que no pueden bajar la guardia. El Bilbao Basket sigue entero, apoyado en su fiabilidad como local (diez triunfos y cuatro derrotas) con algunos jugadores yendo de menos o más como Rousselle y Walker para tapar que otros acusan el peso de la temporada como Luz y Reyes. Todos acaban contrato, el club no tardará en iniciar contactos, pero el técnico se encargará en este tramo final de que las aspiraciones individuales no vayan en perjuicio de las colectivas. Porque acabar el curso con un nota alta será lo mejor para todos.