El Gernika Rugby sumó una nueva derrota en División de Honor, pero de las que crean afición. Y es que el Lexus Alcobendas llegó a Urbieta como uno de los favoritos al título y, aunque se marchó como nuevo líder de la categoría, también lo hizo con el rabo entre las piernas. Asustado. Porque los madrileños se llevaron la victoria (10-12) in extremis y gracias al pie de su apertura Tomás Granella, que fue una auténtica condena para los forales. Así, el Gernika, el farolillo rojo, fue capaz de poner en peligro la racha del Alcobendas, que acabó contra las cuerdas.