La expedición de Alex Txikon se ha visto obligada a abandonar temporalmente el Campo Base del Manaslu debido al riesgo de avalanchas, el parte meteorológico que arroja previsiones de nevadas para los próximos días y la necesidad de aprovisionarse de queroseno para la cocina.

El equipo, integrado entre otros por el propio Txikon, el guipuzcoano Iñaki Álvarez y el italiano Simone Moro, desmontó el sábado el 60% del Campo Base y algunos miembros descendieron a Katmandú en dos helicópteros, mientras que otros bajaron a pie a Samagaun, donde aguardarán a que el temporal remita y la nieve se asiente para retomar la ascensión a la octava montaña más alta del planeta.

“Hemos tratado de aguantar. Hemos trabajado por mantenernos a salvo en el Campo Base, pero los más de 3 metros de nieve acumulada, el riesgo de avalanchas (nivel 5 en la escala europea) y la predicción de más nieve para los próximos días nos ha obligado a salir de allí temporalmente por nuestra seguridad”, ha explicado Txikon.

Además, a pesar de que la expedición emplea placas solares para abastecerse de energía, la cocina requiere de un uso diario de entre 30 y 35 litros de queroseno que permiten cocinar y fundir nieve, y el grupo debe ir aprovisionándose semanalmente, lo que se antoja "imposible".

“Hicimos un cálculo aproximado con el tour operador que trabajamos, Seven Summit Treks, y hubiéramos necesitado llevar 1.500 litros al inicio de la expedición para cubrir el consumo de toda nuestra estancia, una barbaridad, por lo que decidimos hacerlo de manera semanal según las necesidades, pero con el temporal que hay es imposible, de modo que en los próximos días nos hubiéramos visto desprovistos porque ayer ya solo nos quedaba una garrafa”, ha comentado el alpinista de Lemoa.

Estos nuevos contratiempos han conducido a adoptar la decisión de descender de manera temporal, aunque Txikon y los suyos no ceden en cuanto a optimismo. “En una semana aproximadamente esperamos poder estar de vuelta en el Campo Base. Aún tenemos más de 40 días para intentar nuestro reto de hollar el Manaslu en invierno”, ha expresado esperanzado el lemoarra. “Son solo unos días, no vamos a perder la aclimatación que hemos logrado”, ha añadido.

Desde la llegada de la expedición al Campo Base, el temporal apenas ha dado coartada, y este es un nuevo varapalo para el grupo, que busca completar la primera ascensión completamente invernal al Manaslu, para lo que cuentan con margen hasta el 21 de marzo. Por el momento, Txikon y compañía habían logrado alcanzar un punto intermedio entre el Campo 1, donde llegaron a pernoctar, y el Campo 2, pero el temporal obligó hasta en dos ocasiones a descender hasta el Campo Base. Ahora, el grupo vuelve a la casilla de salida, pero lo hace con ánimos. “Vamos a aprovechar para descansar y volveremos con fuerza a intentarlo”, ha manifestado Txikon.