El Ejea puso fin a la agonía de un Barakaldo que certificó su descenso a la Tercera División RFEF, o, lo que es lo mismo, la que será a partir de la próxima temporada la quinta categoría del fútbol estatal. Se llega así al fin de un ciclo en la historia del club gualdinegro, que salvo contadas excepciones -2011/12 y desde 1982 a 1988- siempre había permanecido en Segunda División B desde la creación de la competición en 1978. Hace nueve temporadas el club logró retomar la categoría de bronce al primer intento. Ahora, el Barakaldo, un histórico de la Segunda B, dice adiós y lo hace, además, en el peor momento posible: justo en el que el descenso implicaba bajar no uno, sino dos escalones.

El club y la plantilla se han movido toda la temporada en el filo de la navaja. De un lado, la acuciante situación económica a la que llevó el concurso de acreedores y que provocó, sin duda, un condicionamiento a la hora de confeccionar la plantilla y que debería haber puesto en pretemporada a directiva y dirección deportiva en un plano distinto al que entonces se alumbró. El objetivo del Barakaldo sería, se afirmó entonces, luchar por las plazas de ascenso y no, lo que habría sido más realista, el de intentar mantener la categoría. Algo que quedó claro muy al principio -hicieron falta seis partidos para sumar un punto- y que no mejoraría, con tan solo tres victorias en todo el curso. Por último, las erróneas decisiones, cuando las ha habido, que no han hecho sino empeorar la situación.

Todo ello ha provocado una descomposición a todos los niveles. Hace 22 meses que el Barakaldo disputó el play-off ante el Hércules. Ahora, su mera supervivencia como club se antoja muy complicada. Con 1,2 millones de deuda y la conversión a SAD pendiente, cabe preguntarse si este club es viable en la quinta categoría.

Puntilla en Ejea

El de ayer domingo fue otro ejercicio de impotencia para los gualdinegros, que no lo estaban haciendo mal en la primera parte hasta el gol de Carlos Vicente, que desde los once metros adelantó a los suyos tras el penalti cometido por Picón. A partir de ahí los fabriles desaparecieron del campo y el Ejea pudo sentenciar, sobre todo si Brian no hubiese estrellado en el larguero otro penalti cometido por los de Luaces.

En la segunda mitad mejoró el Barakaldo y Seguín empató con un magistral disparo de falta. A partir de ahí el Barakaldo se fue a por los ttes puntos, pero Carracedo, tras un error de la zaga vizcaina, cruzó ante Oleaga el 2-1 enterrando las esperanzas visitantes.

Ejea 2

Barakaldo 1

EJEA: Miguel Martínez, Garcés, Lolo, Tena, Nahuel, Álamo, Moustapha, Callin (Min. 66, Dorado), Carracedo, Brian (Min. 78, Jae Woo) y Carlos Vicente (Min. 86, Marco Martínez).

BARAKALDO: Oleaga, Estrada, Julen López, Gándara (Min. 85, Igarki), Picón (Min. 33, Bengoetxea), Santana (Min. 73, Aparicio), Urkiza (Min. 73, Goñi), Ribeiro, Seguín; Obolski (Min. 73, Imbongo), Doncel y Seguín.

Goles: 1-0: Min. 28; Carlos Vicente. 1-1; Min. 53; Seguín. 2-1: Min. 82; Carracedo.

Árbitro: Muresan Muresan, valenciano. Expulsó al visitante Julen López (Min. 45) y al local Lolo (Min. 65), ambos con roja directa. Mostró cartulinas amarillas a Carracedo, Álamo, Nahuel y Brian por los locales y a Picón y Ribeiro por los visitantes.

Incidencias: Partido disputado en el estadio municipal de Luchán.