AS temporadas exitosas no solo vienen con consecuencias buenas para los equipos implicados. Cuando una tripulación destaca las miradas se posan en ella y sus remeros generan interés. Eso es lo que le ocurrió a Ondarroa. El invierno no fue sencillo para ellos y las bajas se acumularon obligando al club ondarrutarra a reinventarse, a volver a formar una cuadrilla de garantías para competir en la Eusko Label Liga y tratar de mantener el nivel de los cursos pasados. Esta situación no es nueva para los integrantes de la Antiguako Ama. Ya hace dos cursos tuvieron que rearmar la embarcación debido al aluvión de bajas. Este curso ese mismo problema se repite para Iñaki Errasti, que tuvo que vivir unos meses de muchas llamadas de teléfono para atraer remeros al proyecto. Pero una vez más, Ondarroa fue capaz de reconstruirse y mira hacia arriba dispuesto a dar más de una sorpresa.

El club costero presenta una plantilla completamente renovada después de las bajas sufridas el curso pasado. El invierno fue intenso y el trabajo de despachos abundante para poder formar la presente tripulación. El buen hacer de los ondarrutarras en los últimos años fue una de las ventajas con las que se encontró el entrenador de la Antiguako Ama a la hora de atraer bogadores. “Aquí en Ondarroa no se puede fichar a base de dinero, pero respecto a otros equipos de ARC es más atractivo este proyecto porque está en primera división y al remero le gusta estar con los mejores. He tenido la suerte que los remeros que he logrado atraer me han funcionado. No son remeros de nombre, pero sí vienen con mucha ilusión y ganas de demostrar y eso es lo que vale”, cuenta el técnico. Es la apuesta constante de Ondarroa. Dar oportunidades a remeros sin tantos éxitos en su haber pero con la ilusión desbordante. Una fórmula que en años anteriores fue sinónimo de éxito.

Las revoluciones en las plantillas traen consigo cambios en la forma de trabajar en las regatas. El curso pasado Errasti acostumbró a realizar muchas rotaciones. La gran profundidad de su plantilla le permitió hacer hasta siete u ocho cambios por regata y tener a toda su cuadrilla activa para afrontar cada fin de semana. Este curso, el entrenador de Aginaga no cree que pueda permitirse tanto cambio: “Tenemos una plantilla más corta. Al principio estoy seguro que tendré que hacer dos o tres cambios como máximo y luego habrá que ver qué resultados obtenemos, si estamos sufriendo atrás o estamos en una posición más cómoda”. En el aspecto físico también hay diferencias y la tripulación de este curso es “más ligera”.

Errasti tampoco pudo reforzarse demasiado con remeros salidos de la cantera. En las categorías inferiores del club ondarrutarra hay un montón de niños y niñas pero faltan remeros de una edad más próxima a la senior para poder tirar de ellos. “Ahora mismo en la plantilla tengo gente de 21, 22, 23 años. Salió una remesa muy buena pero en los últimos años no tenemos casi ningún juvenil. Hay muchos chavales en las categorías inferiores y se está trabajando con la cantera, pero para llegar arriba tendrán que pasar muchos años y no va a ser fácil”, reconoce el de Aginaga.

máxima ambición

A pesar de los cambios, Errasti reconoce estar “contento” con la nueva tripulación y no busca excusas de cara al arranque de la temporada. “Viendo los resultados de invierno pienso que tenemos un equipo para estar en ACT. Tampoco estoy obsesionado con las primeras regatas y el verano es largo, pero sí que un buen resultado al principio ayuda y eso intentaremos”, opina el técnico. El primer paso de Ondarroa es asentarse y luego comenzar a mirar hacia arriba. Sin embargo, esos fantasmas del descenso no son una obsesión, en la Antiguako Ama manda la ambición y las miradas apuntan hacia arriba. “Mi objetivo y el de los remeros es intentar ser mejores cada año. Sabemos que es difícil superar lo que hicimos la temporada pasada pero nuestra intención es esa”, apunta Errasti. El curso pasado Ondarroa finalizó séptimo en la Eusko Label Liga y acabó con mucha fuerza, ganando la clasificatoria de la Bandera de La Concha y consiguiendo un segundo puesto en la Bandera de El Corte Inglés.

La ambición marca el camino de Ondarroa. Los ondarrutarras saben cuáles son sus limitaciones, pero eso no les hace tratar de rascar un mayor botín cuando se presente la mínima oportunidad. “Sabemos que es difícil y tiene que venir todo de cara porque hay equipos muy potentes que están por encima de nosotros. Pero la ilusión de dar guerra no nos la quita nadie”, afirma Errasti. Sin miedo a nada y dispuestos a presentar batalla desde el primer día.

Entrenador

Iñaki Errasti

Patrones

Remeros

El objetivo de la tripulación ondarrutarra es tratar de mejorar el puesto de la temporada pasada, en la que acabó séptimo