- En el Sidney Surf Pro, una de las pruebas más importantes del calendario internacional, a a Leticia Canales (Sopela, 1995) solo le pudo parar la actual campeona del circuito, Carissa Moore. La surfista vizcaina cayó en semifinales, por lo que consiguió el mejor resultado de toda su carrera y sumó 6.500 puntos, una importante cantidad que le coloca décima en el ranking, a un paso de la primera división -suben las siete primeras clasificadas-. Sin embargo, nada más salir del agua, la crisis del coronavirus que obligó a acabar el campeonato australiano con más prisas que olas, también forzó a Canales a regresar rápido a Euskadi. Se cerraban las fronteras y quería pasar la cuarentena en casa, donde ya asimila todo lo ocurrido.

Tercer puesto en el Sidney Surf Pro, prueba de la máxima categoría del circuito. ¿Ya es consciente de lo que ha conseguido?

—Todavía no, qué va. Todavía no me lo creo. Se me está haciendo complicado porque estoy alucinando con la situación de aquí, estoy como en una película. Aún estoy con jet lag, todavía no entiendo mucho lo que está pasando.

Justo ese tercer puesto llega cuando la Liga Internacional de Surf (WSL) paraliza el circuito por el covid-19.

—Sí, recuerdo que el último día de competición fue muy agobiante porque tenía que estar centrada en competir pero me llegaban las noticias de que se suspendía el tour, que en España había muchos muertos, que iban a cerrar fronteras, que tenía que volver a casa... Fue un momento de mucha angustia. Pero estaba ya en cuartos, era un momento importante, y tenía que hacer un último esfuerzo. Estoy muy contenta con el resultado.

Solo pudo con usted Carissa Moore, a la que siempre ha considerado un referente.

—Competir contra Carissa es el mejor regalo que me podía dar un evento tan grande, me hubiera gustado que fuera en la final; pero antes de llegar a ella tienes que enfrentarte a las mejores y a mí me tocó medirme a la mejor en semifinales. Carissa es la mejor surfista y supe que la manga iba a ser muy complicada.

¿Cómo vivió ese enfrentamiento?

—Supe que iba a tener muy pocas oportunidades de ganar, pero me aferré a ellas. Empecé un poco tarde a coger ritmo, pero después de dos puntuaciones buenas es cierto que la puse un poco nerviosa al final y yo me quedo con eso. Con haber hecho un gran campeonato porque la verdad es que lo necesitaba.

Tardó en coger ritmo, pero las condiciones tampoco fueron buenas.

—No, las condiciones no ayudaban. La organización estaba obligada a acabar el campeonato ese mismo día porque el gobierno australiano había decretado que fuera así. Todo fue muy caótico, hubo pocas olas y Carissa tuvo la suerte de pillar una con potencial al principio; pero yo estoy orgullosa de cómo llevé todas las rondas.

Ese tercer puesto le coloca décima en el 'ranking', muy cerca de los puestos al CT, la primera división del surf.

—Sí, firmaba ya. Es algo histórico porque trabajamos para este objetivo pero a largo plazo, no esperaba estar tan cerca del CT en el 2020, de la élite del surf.

¿Cómo se ha tomado que la crisis del coronavirus llegue justo tras su mejor resultado?

—En el aspecto deportivo es frustrante que justo pase esto justo en tu mejor momento, pero todos estamos igual. Ante todo está la seguridad y la salud y hay valores básicos que no hay que perder nunca. Ha tocado así y hay que afrontarlo de la manera más positiva. Porque el mayor reto va a ser no perder la motivación, seguir trabajando a pesar de no tener un objetivo a corto plazo.

Uno de sus objetivos es el Mundial que está previsto del 9 al 17 de mayo en El Salvador y que servirá de preolímpico. ¿Sabe si se va a aplazar?

—No sabemos nada. La WSL ha lanzado un comunicado diciendo que hasta junio se aplazan todas las pruebas, pero no han puesto fechas nuevas así que está todo en el aire. A mí me da mucha pena y no me quiero adelantar porque los Juegos Olímpicos es un evento muy importante, pero veo la situación muy complicada.

¿Teme que se cancelen?

—No sé qué va a pasar, pero estamos hablando de que van muchos países y algunos de ellos acudirán en desigualdad. Pero creo que entre todos se podrá llegar a un consenso.

La surfista Garazi Sánchez, que estaba en Barbados, se debatía entre regresar a casa o no. ¿Usted lo tuvo claro?

—Sí, clarísimo. Hablé con la Federación y con surfistas franceses y americanos y lo tuve claro. Es una tontería pasar la cuarentena fuera de casa, es una tontería pasarla en un país extranjeros. Me parece bastante irresponsable porque, a parte del gasto que supone, no sabes las condiciones sanitarias que hay allí en caso de que cojas el virus. Todo el mundo me aconsejó volverme.

¿Y cómo se entrena una surfista en casa?

—La playa no la voy pisar al menos hasta dentro de dos semanas, aunque creo que esto va a ser más largo de lo previsto. Pero estoy tranquila porque la plaza de la selección para el Mundial ya la tengo gracias a este buen resultado. Los seleccionadores dijeron que la primera en el ranking iba a estar, así que este tercer puesto me ha dado mucha tranquilidad.

"Llegaban noticias de muertos, de fronteras cerradas... y yo tenía que competir. Fue agobiante"

"El mayor reto ahora es trabajar sin perder la motivación que da objetivo a corto plazo"