BILBAO - 2019 ha sido un año de transición para Aimar Aldazabal (Berriatua, 1982). Al pelotari vizcaino se le rompió el tendón del bíceps derecho en 2018 en su primer partido en Ciudad de México y le tocó estar parado muchos meses. El berriatuarra tomó una decisión y se la contó a su pareja: "Dije que iba a empezar como zaguero y si me salían oportunidades profesionales, perfecto; si no, iba a seguir como aficionado, pero atrás". Durante su etapa formativa, al delantero le habían dicho siempre que, por sus características, se podría amoldar muy bien a los cuadros largos. "No he sido un delantero rematador como Alex Hormaetxea o Aritz Erkiaga, mi juego siempre ha sido más físico. Debido a eso, todos me comentaban que podía existir esta oportunidad", evoca Aldazabal. Una vez que sufrió la lesión en Frontón México, Aimar se decantó de forma definitiva. "Al final, todo lo que podía jugar como delantero, ya lo había hecho. Empecé, se me dio bien y tuve opción de jugar con las dos empresas bastantes partidos. Además, he llegado a la final Individual. Ha sido un buen año", cuenta el de Berriatua con una sonrisa. Y es que, el pasado viernes, ante Christophe Olha, el vizcaino selló el pase a su primera final del Campeonato del Mundo Individual de cesta profesional del Jai Alai World Tour, circuito que cuenta con la colaboración de DEIA, que disputará el viernes en el frontón Mendibarren de Berriatua ante Imanol López, a partir de las 21.00 horas. "Es la guinda a esta campaña. Sería un broche de oro ganar a López", revela. Aimar es un camaleón. "Me amoldo a todo en el frontón. De hecho, he vuelto a cambiar la cesta para el Individual, ya que al pasar a la zaga cambié de herramienta, y he regresado a la de delantero, que es mejor para rebotear, dominar, atacar...", recita.

"Para mí, alcanzar esta final es un logro", desgrana Aldazabal, quien califica el partido como "un aliciente". "El año pasado ya estuve en el podio junto a Goikoetxea y López, pero para mí estar en la final con 37 años es un logro. Estoy muy contento. Además, el campeonato se está desarrollando de forma íntegra en Berriatua, mi pueblo, con la gente a mi favor, lo que me deja muy a gusto", argumenta el todoterreno vizcaino, que saborea también el premio al trabajo y a toda una vida dedicada al mimbre. "Llevo desde niño en la cesta y desde los 20 años en profesionales y he ganado algunos títulos. Con mi tío Félix Espilla me llevé cuatro Cestas de Oro de Biarritz y llegué a ocho finales. Conseguir eso con mi tío ya era algo muy grande; sin embargo, vivir esta final, al ser un título individual, es otra cosa, puesto que juegas solo y contra los mejores. En este final de mi carrera es algo muy bonito", afirma Aimar.

Eso sí, Aldazabal contará el viernes con el público de su lado. No en vano, el vizcaino disputará ante su pueblo el partido más importante del curso puntista. "Es algo muy bonito", reitera. "Es algo que te da oxígeno. La gente te anima. Sin duda, te presiona más, pero te dan fuerza. Sé que el viernes habrá mucha gente a favor y estará lleno el frontón. Es un partido muy complicado, porque Imanol es un extraterrestre de la pelota. Intentaré hacer lo que pueda y entre todos lucharemos por ganar", analiza Aimar. Con todo, dado el carácter del vizcaino, inquieto antes de los partidos, es consciente de que vivirá episodios de nerviosismo al inicio pero "cuando empiezo a sudar, si el público me anima, me crezco y doy más de mí". "No me presiono", apostilla. Por ejemplo, en la semifinal ante Olha, al que superó en dos mangas (12-8 y 12-9), se sintió ligeramente incómodo. "En la semifinal noté más presión, porque sientes que es un encuentro que puedes ganar. No fue mi mejor partido, pero lo saqué adelante. Creo que puedo dar más nivel", agrega el vizcaino.

IMANOL, FAVORITO El zaguero zumaiarra Imanol López será el adversario de Aimar. Iñaki Osa Goikoetxea, el doce veces campeón de la especialidad, confía en él como un posible sucesor de su dominio. Aldazabal tiene claro que es el "favorito". "Siempre lo es, excepto cuando juega contra Goikoetxea. Son dos de los mejores pelotaris de la historia. El pasado viernes vi a Imanol muy bien, fino, y tendré que hacer todo perfecto. Eso sí, él tendrá la presión. Para mí ya es un premio jugar la final", considera el berriatuarra, quien cuenta que "Imanol no regala. Lo hace todo bien. No tiene puntos débiles. Tengo que moverle, que no se sienta cómodo. Si no, es un puntista que domina fácil. Si está incómodo, le podré hacer daño". En la cita del Mendibarren, en la cumbre, Aimar tratará de romper la dinámica veraniega: "Este año he jugado bastantes partidos atrás contra él y he perdido todos, pero le he dado guerra". Es el momento de darle la vuelta y abrochar un buen año.