EL delantero Iñigo Orozko (Donostia, 1993) llegó al Amorebieta en verano del año pasado con la vitola de goleador, fama bien ganada en Tercera al sellar quince dianas con el Sestao River en la campaña 2017-18. No obstante, la falta de fortuna cara a puerta y la competencia en ataque propiciaron que el guipuzcoano, profesor de Física y Química en un centro escolar de Basauri, solo pudiera firmar dos goles en su estreno en Segunda B. Sin embargo, el club zornotzarra apostó por su renovación y el espigado ariete se está reivindicando en su segundo curso en Urritxe. Titular en nueve de los diez duelos disputados, ya ha perforado la red rival en cuatro ocasiones, lo que ha permitido a los azules obtener un colchón sobre el descenso y arrancar con más tranquilidad que en temporadas anteriores. El donostiarra intentará estirar hoy su momento dulce en la cita que tendrá lugar en Urritxe, a partir de las 17.00 horas, ante Unionistas, en cuyo banquillo se estrena Jabi Luaces, que el martes tomó las riendas.
“Estoy muy contento. El míster me está dando confianza y se está reflejando en buen juego y goles”, destaca Orozko, protagonista del minuto mágico en el que los azules labraron el triunfo ante el Burgos en El Plantío el pasado domingo. Abrió la lata en el 49 y un minuto después asistió a Ekain para ampliar la renta. “El gol me dio un punch y en la siguiente jugada fui a muerte a presionar al central. Casualmente, el lateral falló en el pase y me quedé solo ante el portero, se la cedí a Ekain y marcó el 0-2”, recuerda. “Fue un inolvidable. Primero, por el homenaje a nuestro portero Saizar, que me puso los pelos de punta, y luego por la victoria en un estadio de nivel superior a Segunda B”, añade.
El logrado en Burgos fue el primer triunfo a domicilio del Amorebieta tras haber firmado tablas en las anteriores cuatro salidas, algunas ante huesos como la Cultural Leonesa o el Bilbao Athletic. Menos sólido se está mostrando en Urritxe (dos triunfos y tres derrotas). “El que no hayamos perdido como visitantes se puede deber a que competimos contra cualquiera y nos da igual en qué campo. Como locales nos está costando, pero el curso pasado también sacamos una cantidad de puntos parecida en casa y fuera. Espero que cambie y logremos más puntos en Urritxe, donde ha habido partidos raros, en los que no fuimos al cien por cien nosotros mismos”, analiza el donostiarra, forjado en el Antiguoko hasta que empezó a estudiar en la UPV en Leioa y fichó por el equipo de Eskuinaldea en su último año de juvenil. Como sénior solo ha defendido escudos vizcainos, pues antes de llegar a Sestao pasó por Deusto, Bermeo y Santutxu.
El Amorebieta ocupa la décimo tercera plaza, pero se sitúa más cerca de la sexta, a dos puntos, que de la zona peligrosa, ya que posee una renta de cuatro puntos sobre el play-out y cinco sobre el descenso, respectivamente. El Unionistas, por su parte, viene de caer ante el Arenas, que le cedió el farolillo rojo y provocó el cese de Roberto Aguirre. El bloque salmantino apostó por un técnico que conoce bien a los azules, dado que Luaces, extécnico de Gernika y Arenas, se ha dejado ver por Urritxe en numerosas ocasiones. “Hay que apretar a muerte y salir muy enchufados para intentar ponernos con 16 puntos, que sería una cifra bonita a estas alturas. Saldremos a morder, como siempre”, promete Orozko.
El máximo artillero del Amorebieta, equipo en el que han visto puerta ocho jugadores distintos, ya ha igualado la cifra de titularidades del año pasado, en el que no logró marcar hasta la jornada 25. Eso sí, lo hizo con un gol vital ante el Vitoria que sacó a los amorebietarras de los puestos de peligro, a los que ya no volvieron. “Fue un alivio, lo necesitaba”, reconoce el guipuzcoano, quien a lo largo del pasado curso tuvo “dudas sobre si me iban a ofrecer la renovación, algo que nunca me había pasado, porque en todos mis anteriores equipos me habían dado la opción de seguir. Luego, Iñi (el entrenador Iñigo Vélez) y Goiri (el director deportivo Asier Goiria) contaron conmigo y ni me lo pensé”. Ahora, es el pilar del ataque zornotzarra.