bilbao - “La nueva manera de correr de Marc Márquez nos ha metido en crisis a todos”, explicaba Andrea Dovizioso antes de echar a correr el Gran Premio de Francia, quinta ronda del campeonato. ¿En qué consiste esa “nueva manera de correr”? En afrontar los domingos como si fuesen sábados. En disputar las carreras como si fueran viajes contra el tiempo en lugar de pujas entre pilotos. Es Márquez contra Márquez.

Márquez domina de semejante manera que ha hecho que el mayor rival de uno sea uno mismo. No lo admite cuando se le formula la pregunta, pero se intuye que lo piensa con la respuesta que concede: “Lo importante es centrarnos en nosotros mismos; muchas carreras no miro la pizarra, no me interesa quién está detrás, simplemente me interesa hacer mi ritmo”. Sabe que es el más rápido y que, con un ritmo sostenido, antes o después se quedará solo, aislado en comunión con el éxito, como en Le Mans. Un orden que ha establecido en cuatro de las cinco carreras celebradas, porque en 2019 solamente Dovizioso, en Catar, ha privado a Márquez de la victoria. Y, por supuesto, el propio Márquez, cuando se cayó en Austin rodando en cabeza con más de 3 segundos de ventaja, víctima de su lado oscuro.

solo miller se rebela En el país galo asumió el liderato desde el primer acelerón. “Sabía que con el neumático blando de delante tenía que liderar yo la carrera”. Así lo hizo, para marcar el compás a su antojo. Control total para no dar margen a los agentes externos. La criba de su acelerador dejó solamente a tres Ducati a rebufo de la Honda, pero solo hubo un rebelde que quiso contradecir los tiempos marcados por Márquez. Fue Jack Miller. En la quinta vuelta Jackass arrebató el liderato a Márquez, que se dio dos vueltas de serenidad antes de retomar el mando. “Jack era rápido y me ha pasado, pensé que tendría más, pero volví a pasarlo porque el hueco que habíamos creado nos lo recuperaron y aunque no ha sido como Jerez ya que ha habido un poco de pelea, que lo echaba de menos, le he pillado el gustillo a esto de escaparme, si bien soy consciente de que no será en todas las carreras y quizá la siguiente toque gestionarla de otra manera”, manifestó Marc, que de nuevo abriendo la carrera, con 21 vueltas por delante, entonces sí, activó el metrónomo y dejó a todos en la estacada. Sin referencias más que un cómodo ritmo, vertiginoso para los demás, Márquez llevó su máquina a lo más alto del podio. En las diez vueltas iniciales liquidó cualquier atisbo de competencia.

Una actuación que celebró con euforia, porque, como señaló, era un trazado “aparentemente favorable para las Yamaha o las Ducati”. En estos escenarios también es solvente...

Miller, que terminaría en cuarta posición, pagó el desgaste de sus neumáticos y fue absorbido por las Ducati oficiales. La segunda plaza se transformó en un debate entre Dovizioso y Petrucci. Este último realizó un tímido intento de relegar al jerarca de la marca italiana, pero renunció a la agresividad en el duelo y, en cierto modo, a su candidatura al segundo puesto. De este modo, Dovi, segundo, comienza a cobrar forma como principal opositor de Márquez, patrón del Mundial por ocho puntos. “Dije que Le Mans, Catalunya y Mugello marcarían quiénes iban a ser mis rivales”. La incertidumbre se ha despejado. Ya lo conoce. Parece ser solamente uno.

Rossi, quinto, se muestra muy alejado del triunfo cada domingo; Viñales, ayer embestido y tumbado por Bagnaia, es rápido pero no presenta solidez; Lorenzo, undécimo, está en otra órbita -“va a despertar cuando menos lo esperemos”, augura Marc. Será tarde para rivalizar por este campeonato-; Rins, décimo, debería estar asiduamente en el podio e incluso ganando para ser candidato al título, y ya está a 20 puntos del liderato... Deshojando la parrilla en busca de competencia, solo sobrevive Dovizioso, el rival que más se ha aproximado a Márquez en los dos últimos años.

El problema que tiene Dovizioso es que se siente “en crisis” ante un Márquez que ya en las horas previas a la carrera francesa se valoró “más cómodo que nunca” sobre su Honda. “Ahora puedo correr, incluso, como no me gusta, que es escapándome desde la primera vuelta, pues yo siempre he disfrutado con las victorias peleadas. Pero mientras vaya bien y pueda, lo seguiré haciendo”, describió. Un discurso que de no ser producto de la transparencia, de la mera sinceridad, suena arrogante. No es más que la pura realidad. Hay verdades que ofenden.

“Ha sido insuficiente para ir con Marc, no quería asumir tanto riesgo”, expresó Dovizioso, que mezcló conformismo con ambición: “El segundo puesto está bien, pero queremos algo más”. Los ocho puntos que le separan del piloto de Cervera son una brecha sin gravedad a estas alturas. Lo inquietante son las formas, la sensación de que la mayor amenaza de Márquez es Márquez, que ni mira las pizarras, que ayer además encontró el estímulo de la conquista de su hermano, Álex, en Moto2. “Parece que es la tónica, que estamos encontrando un setup muy bueno, la confianza de marcar un ritmo y no dejarlo. Este año sé ir rápido solo”, explica Marc, autor de la victoria 300 de Honda en la categoría reina con su triunfo 47 en MotoGP, con el que ha igualado la cifra de Jorge Lorenzo, el tipo que con su discreción en Honda está revalorizando las actuaciones del catalán. Aunque esto a Márquez no le importa. No se fija en el resto. A Márquez solo le preocupa Márquez.

1. Marc Márquez (Honda) 41:53,647

2. Andrea Dovizioso (Ducati)a 1,984

3. Danilo Petrucci (Ducati) a 2,142

4. Jack Miller (Ducati) a 2,940

5. Valentino Rossi (Yamaha) a 3,053

1. Marc Márquez (ESP) 95 puntos

2. Andrea Dovizioso (ITA) 87

3. Álex Rins (ESP) 75

4. Valentino Rossi (ITA) 72

5. Danilo Petrucci (ITA) 57

1. Álex Márquez (Kalex) 40:36,428

2. Jorge Navarro (Speed Up) a 1,119

3. Augusto Fernández (Kalex) a 1,800

1. Lorenzo Baldasarri (ITA) 75 puntos

2. Thomas Luthi (SUI) 68

3. Jorge Navarro (ESP) 64

1. John McPhee (Honda) 37:48,689

2. Lorenzo dalla Porta (Honda) a 0,106

3. Arón Canet (KTM) a 0,757

1. Arón Canet (ESP) 74 puntos

2. Lorenzo dalla Porta (ITA) 60

3. Niccolò Antonelli (ITA) 57