Duración: 17 minutos.
Saques: 7 de Emaldi (tantos 5, 6, 7, 8, 11, 12, 13 y 18) y 1 de Beitia (tanto 2).
Faltas de saque: Ninguna.
Tantos en juego: 9 de Emaldi.
Errores: 2 de Emaldi y 2 de Beitia.
Marcador: 1-2, 13-3, 14-3 y 18-3.
Incidencias: Partido correspondiente a la final cadete del Torneo Promesas Cafés Baqué disputado en el frontón Olaburu de Iurreta. Lleno.
Duración: 47 minutos.
Saques: 4 de Cortazar (tantos 3, 9, 11 y 14) y 3 de Etxeita (tantos 3, 10 y 18).
Faltas de saque: Ninguna.
Tantos en juego: 4 de Cortazar y 12 de Etxeita.
Errores: 7 de Cortazar y 7 de Etxeita.
Marcador: 1-0, 1-1, 2-5, 3-6, 3-7, 4-10, 7-11, 8-19, 15-20 y 15-22.
Incidencias: Partido correspondiente a la final juvenil del Torneo Promesas Cafés Baqué disputado en el frontón Olaburu de Iurreta. Lleno.
Iurreta - En el Torneo Promesas Cafés Baqué no hay miedo que valga. El descaro de la juventud convierte los partidos en un toma y daca constante. Sin descanso, sin miedo. Cada pelotazo es un nuevo ataque, una oportunidad para cerrar el tanto. No hay especulación que valga y eso conlleva una exigencia máxima. Desgaste físico al batirse en una disciplina que no concede el mínimo respiro y también mental ante el baile de sensaciones. El ejemplo perfecto fue la final de los juveniles. Beñat Etxeita y Liher Cortazar se exprimieron al máximo. Alternaron fases de dominio con momentos de sufrimiento. Las dos caras de la moneda en pocos minutos. Intercambio de cal y arena. Fue Etxeita el que terminó sonriendo al ganar por 15-22. Menos historia tuvo la final de cadetes, ya que Maren Emaldi fue muy superior a Danel Beitia y gracias a su mayor pegada venció por un marcador final de 18-3.
Fue un día de fiesta para Zeanuri. Tres pelotaris de cuatro finalistas eran originarios de la pequeña localidad vizcaina. En el duelo entre vecinos de la categoría cadete, la txapela se ganó con las victorias cosechadas en las semifinales. Cortazar, de Ortuella, intentó impedir el pleno. Fue la última resistencia ante el monopolio zeanuritarra. Sin embargo, tampoco pudo hacer hincar la rodilla al pueblo que mandó en el Torneo Promesas Cafés Baqué. Etxeita venció en juveniles y puso la guinda perfecta a muchos años de trabajo del club.
El festival arrancó con la final de la categoría cadete. Fue un choque muy desigual. La pegada de Emaldi desarboló completamente a Beitia. El pelotari que vistió ayer de colorado no tuvo piedad de su compañero de entrenamientos. Siempre supo que su golpe era mayor y no se complicó la vida. Mantuvo a su rival lo más lejos posible del frontis y cuando pudo terminó sin arriesgar demasiado. Aun así, Beitia fue el primero en mandar. Aprovechó el saque y discutió levemente al favorito. Pero una vez que Emaldi cogió el saque ya no hubo vuelta atrás. El destrozó con el disparo inicial, siete convertidos, fue evidente y, cuando Beitia pudo responder, le cayó otra lluvia de misiles hasta que tuvo que rendirse con el desigual 18-3 final en el electrónico.
La final juvenil también pareció que iba a mantener la misma tendencia, aunque el intercambio de golpes en los primeros tantos fue mayor. Etxeita sujetó con un buen juego de aire y una volea con mucho brillo el poderoso golpe de zurda de Cortazar y poco a poco fue abriendo huecos hasta mandar por 7-19, apoyado principalmente en sus buenos remates y valiéndose de la desesperación de su oponente. Sin embargo, el mano a mano es un juego de tacadas y todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Cortazar arriesgó, buscó más el aire y la desesperación cambió de bando. Espoleado por su público, el pegador de Ortuella fue acercándose al mismo tiempo que las energías menguaban en los dos pelotaris. Su remontada llegó hasta el cartón número 15 (15-19). Allí, Etxeita sacó sus últimos gramos de fuerzas para lanzar una pelota atrás y romper la racha. Con los dos pelotaris exhaustos, el intercambio de golpes en el que primó la resistencia física favoreció al de Zeanuri.