Jon Mariezkurrena es el último pelotari en tomar la alternativa en el mundo manista. Lo hizo el 13 de julio en el frontón Labrit de Iruñea en un estelar de lujo en el que compartió gerriko con Aimar Olaizola, uno de sus ídolos. Ganaron a Danel Elezkano y David Merino por 22-16 y contribuyeron a la victoria de Asegarce en el Desafío del Vino iruindarra. Ese choque alumbró el futuro que los técnicos de su empresa ya preveían: el zaguero de Berriozar tiene condiciones suficientes para instalarse en Primera durante muchos años. La largura de su diestra, poderosa y dotada de palanca, su envergadura potente aún por moldear y la rapidez de piernas son razones más que suficientes para distinguir un diamante por pulir. Desde que se enrolara en la escuadra bilbaina a mediados de julio, en apenas mes y medio, Mariezkurrena ha disputado ya una decena de encuentros y ha ganado seis de ellos. La mayoria, con compromiso, unos, junto a pelotaris consagrados como el propio Olaizola II o Bengoetxea VI; otros, junto a los que están pidiendo hueco en los estelares. En definitiva, el de Berriozar toca a las puertas del futuro.
“Desde que le fichamos en aficionados hemos realizado bastantes entrenamientos con él y ya se veía que tiene mucha capacidad para jugar”, manifiesta Pablo Berasaluze, técnico de Asegarce. El berriztarra destaca que el neófito tiene un toque “muy fácil”, que desde los cuadros largos “despeja muy bien al delantero” y que en los últimos meses ha mejorado mucho “con la izquierda”. “La zurda quizás sea su punto más débil, pero va superándose en cada prueba. En el poco tiempo que lleva entre los profesionales ha dado un nivel importante. Va a mejor”, confiesa el vizcaino.
En cualquier caso, Asegarce está “confiando” en el de Berriozar. “Se trata de un manista de mucha proyección, llamado a jugar arriba del todo durante mucho tiempo. Las condiciones que tiene son muy buenas y los choques que le están programando no son nada fáciles. Está rindiendo”, declara Berasaluze, quien agrega que “a partir de este mes, trataremos de hacer ejercicios para mejorar la zurda. Además, físicamente tiene mucho margen de mejora. Tiene que coger peso”.
Asimismo, a pesar de sus 1,95 metros, se desplaza “bien”. Considera el técnico de Asegarce que “se mueve bien y es muy pelotari. Se suele mantener cerca de su compañero, cubre bien y sabe por dónde andar en la cancha”. “Eso se tiene o no se tiene. Acaba de debutar, pero parece un veterano”, finaliza Pablo. Es un factor diferencial, como su derecha rutilante.