BILBAO. El expelotari Mikel Goñi ingresó el pasado miércoles en el centro de penitenciaría de Iruñea para cumplir la pena de ocho años y tres meses de cárcel impuesta por dos delitos de detención ilegal (dos años y un mes por cada uno), un delito de amenazas condicionales (dos años y un mes) y un delito de lesiones con instrumento peligroso (dos años). El expelotari estaba acusado de retener, extorsionar y agredir a dos hombres a los que acusó de robar unas plantas de marihuana y su encarcelamiento se produce después de que la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra haya confirmado la pena a la que fue condenado en septiembre del año pasado por el Juzgado de lo Penal número 3 de Iruñea. Su cómplice, Jesús María Maya, apodado Potro, fue también condenado a indemnizar conjunta y solidariamente a una de las víctimas con 10.000 euros (cantidad obtenida con la extorsión), 420 euros por las lesiones provocadas y 900 por las secuelas sufridas.
La sentencia indica que Goñi, junto a Maya y otra persona no identificada acudieron a un domicilio de Eugi el 30 de noviembre de 2014 a las once y media de la noche y acusaron a un hombre de haber robado una plantación de marihuana de una vivienda que había alquilado el expelotari navarro, junto al propietario de la vivienda alquilada y un tercero. Los acusados “le golpearon, procedieron a atarle las manos con una cuerda a la espalda y, en contra de su voluntad, lo subieron a un vehículo y trasladaron durante 30 minutos a un descampado cercano al río en Elizondo”. La víctima sufrió una inflamación del lado izquierdo de la cara y una herida incisa en la cabeza como consecuencia de los golpes recibidos.
Asimismo, el 1 de diciembre Goñi pidió al propietario que acudiera a comprobar los daños causados en un cristal de la vivienda y “cuando llegó, los acusados y la tercera persona no identificada, todos ellos con ánimo de lucro y actuando de común acuerdo, le exigieron la entrega de 10.000 euros”, dicta la sentencia. Los acusados retuvieron al propietario y le amenazaron con frases como “te voy a matar, hijo de puta, me cago en tus muertos, o me traes mañana a las 12.00 horas los 10.000 euros o tú, tu familia y amistades corréis peligro; venga hijo de puta, ya puedes traer los 10.000 euros a las 12.00 horas o mañana te mando a los de Irun, que esos te van a cortar la pierna”. Durante estos hechos, que se alargaron hasta las tres de la mañana, para “amedrentarlo y que entregara el dinero, Goñi le clavó un destornillador por debajo de la uña del dedo índice derecho y le realizó un corte con el filo de una navaja en el dorso de la mano izquierda, mientras el otro acusado observaba, evitando con su presencia que la víctima pudiera escapar”. A la mañana siguiente, el propietario entregó a uno de los acusados 10.000 euros y debido a las agresiones sufrió varias lesiones que tuvieron que ser atendidas.