Bilbao - Una cuestión rasga el ambiente del Labrit de Iruñea. Una pregunta sobre la similitud del juego que se desarrolla en el Manomanista y en el Cuatro y Medio. Aimar Olaizola saca una sonrisa. “¡Ya me gustaría a mí!”, exclama el delantero de Goizueta. A sus 38 años, instalado en las semifinales del mano a mano, la competición más importante del curso pelotazale, no duda el navarro. Le vienen a la memoria las siete txapelas que se posaron en su cabeza en la jaula. En el Manomanista han sido menos, cuatro, suficiente para que cualquiera quisiera enterrar su retrato en un cruce de caminos y esperar el tiempo suficiente para pactar la entrega sin violencia de su alma al diablo. Pero no. Aimar lo certifica: la jaula no es como el mano a mano. “El saque es muy importante en esta disciplina. Danel Elezkano lo hace muy bien, porque saca en largo por la pared y hace daño. Además, remata muy bien. Sí que es cierto que hay veces que el peloteo se desarrolla dentro del cinco, pero no es lo mismo”, confiesa el pelotari más veterano de la mano profesional.

Aimar se enfrentará el sábado en el Labrit de Iruñea al zaratamoztarra por un hueco en la final del Manomanista. Una cita de calado. “En semifinales todos los adversarios son complicados. Danel está con confianza, con mucho juego. Llegó a la final del Parejas y eso le ha dado confianza. Ya ha ganado tres partidos. Entre ellos, al campeón de 2017, Bengoetxea VI. Eso quiere decir que juega mucho”, desgrana el de Goizueta, al que su contrincante pone la vitola de favorito por “palmarés, juego y experiencia”. Olaizola II replica que “estoy aburrido de eso, porque el duelo está al 50%”.

flores a Elezkano II “Hasta ahora, apenas había visto jugar mano a mano a Danel. Lo está haciendo bien. Ha crecido. Se vio en el Parejas, en el que tuvo que decidir algunos partidos importantes”, manifiesta Olaizola II, quien considera que se trata de un delantero “con un saque largo y difícil de contrarrestar”. Además, argumenta que “de sotamano le da mucho a la pelota y con la volea está defendiendo. Se maneja en todas las posturas” y, respecto a la tensión, remacha que “no será la primera vez que Elezkano II juegue un partido importante y es una gran oportunidad para él”. Los cuatro cetros de Olaizola II se erigen como una espada de Damocles sobre Elezkano II, descarado en busca de la final, dispuesto a volver a sorprender. “Estoy disfrutando en el Manomanista”, declara el vizcaino, quien determina que “Aimar lo hace todo fácil. Hay veces que ni haciendo todo perfecto puedes ganarle”. El factor Olaizola. “Jugar las semifinales es todo un premio”, finaliza Danel.