Olas de calor por encima de los 38 grados durante una semana, con picos de hasta 50 grados, y más lluvias extremas en Bilbao. No será este año, ni el próximo, pero un estudio presentado esta mañana por la aseguradora Axa y la patronal vizcaina Cebek dibuja ese panorama en el horizonte de 2050.

Es el efecto del calentamiento global, de las emisiones de CO2 y los riesgos que genera el cambio climático. Las administraciones y las empresas trabajan para minimizar el impacto y ese panorama tan inquietante llegaría dentro de 25 años. La pregunta es si estamos a tiempo de frenar el tren y evitar el choque. La respuesta hay que construirla día a día, pero hay un dato que ya enciende todas las alarmas: este año se puede alcanzar una temperatura máxima en la capital vizcaina de 43,6 grados centígrados. Cerca de esos amenazantes 50 grados.

Bilbao registró sólo en 2022 cerca de cinco olas de calor, un dato récord y cerca del doble de su promedio histórico. Ese calor extremo podría costarle 2.500 millones de euros a la ciudad, el 9,5% de su PIB, los próximos 70 años. Es la conclusión del último estudio elaborado por Axa Climate sobre los efectos del cambio climático en Bilbao y su impacto en el tejido empresarial. Un informe que se ha presentado hoy en la sede de Cebek, con motivo del Día Mundial del Medioambiente.

¿Cuál es el motivo de esa pérdida económica para las empresas? Se estima que cada trabajador pierde una media de ocho horas semanales en circunstancias de calor extremo y la productividad se resiente.

Guillermo Buces

En su primera comparecencia como nuevo presidente de Cebek, Guillermo Buces ha afirmado que “anticiparse a los riesgos es clave para garantizar la competitividad y la resiliencia de nuestras empresas". Además, a su juicio, esos riesgos pueden convertirse en "oportunidades para transformar, innovar y avanzar hacia una economía más sostenible".

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En ese contexto ha destacado programas como Pyme Circular, que "ayudan a las empresas a identificar sus impactos ambientales, comprender sus riesgos y explorar nuevas formas de generar valor a través de productos y servicios más sostenibles".

Josep Alfonso Caro, director general de Fundación AXA, ha destacado la importancia de “trabajar en materia de prevención para evitar que los riesgos climáticos se materialicen y acaben causando un perjuicio social, económico o medioambiental". En su opinión, es "fundamental la formación y la información para tratar de actuar sobre las causas, y anticiparnos a ellas”.