BILBAO - Jon Rahm estuvo muy cerca del Masters, tan cerca como dos golpes e hizo soñar durante 68 hoyos con un triunfo mayúsculo e histórico. Pero el hoyo 15, el mismo que el primer día enterró a Sergio García, le dio la espalda en el peor momento. Tras una gran salida en el último par 5 del Augusta National, arriesgó en busca de la bandera y de una opción de eagle que le podía meter de lleno en la lucha por la chaqueta verde, pero se fue al agua y su gesto apenas podía ocultar su disgusto porque se temía lo que ocurrió: el segundo bogey de la jornada que le dejó sin esperanzas.

Fue valiente, pero no encontró la recompensa. Pero esa actitud es la que le ha llevado donde está y la que le devolverá lo que ayer le quitó en un día de golf muy emocionante. El de Barrika hizo lo que tenía que hacer y empezó bien su ronda con dos birdies en los tres primeros hoyos que le pusieron a solo tres golpes del liderato de Reed, que arrancó con un bogey. Pero el estadounidense, pese a que Rory McIlroy llegó a colocarse a un golpe, no acusó la presión y no cometió graves errores que hicieran a sus rivales pensar en alcanzarle. Al contrario, el de Barrika hizo bogey en el 4 tras visitar la arena. Paul Casey, pese a alcanzar el -9 en el día, estaba demasiado lejos, lo mismo que Dustin Johnson o Bubba Watson, y la amenaza real era Jordan Spieth, que se colocó en once bajo par y segundo en solitario en el hoyo 12.

Estaba todo muy abierto porque Reed alternaba aciertos y fallos y mantenía la tensión. Rahm llegó a colocarse segundo a tres golpes otra vez tras sacar el birdie en el 7 con un poco de suerte porque un segundo golpe que no le convenció acabó acercando la bola al hoyo. Era un buen momento, pese a que el líder subiera de nuevo a -14 porque el vizcaino afrontaba el 8, una buena oportunidad de birdie que se le fue por culpa de un mal segundo golpe que le cerró el paso al green. El juego desde el tee era bueno, pero faltaba un poco para llevar la bola más cerca de las banderas.

Rahm llegó a estar segundo empatado en el 8 y salió a los nueve últimos hoyos a cuatro golpes de Patrick Reed. Los pares ya valían poco, pero había que ser paciente en busca de otro momento para recortar distancias. Pero ya no era uno, sino dos los rivales, ya que Spieth llegó a -12. Ya se sabe que cuando el texano pone a funcionar la máquina de jugar al golf no hace prisioneros. Rickie Fowler se sumó a la pelea al llegar a trece bajo par y Rahm, que se quedó corto en algunos buenos putts no renunció con dos birdies en el 13 y el 14 que le abrieron la puerta que el 15 le cerró con esa visita al agua.

el líder no afloja Además, Reed respondía como un jabato y con un birdie en el 14 volvía al liderato en solitario con un golpe de ventaja sobre Spieth, que dejó escapar un birdie en el 18 con el que podía empatar en el primer puesto en la casa club y la mejor vuelta de la historia del Augusta National. Su nueve bajo par al final se quedó corto porque Reed puso el -15 en el 14. A Rahm le tocaba un milagro, hacer tres birdies para soñar con un fallo del jugador formado en Augusta o, al menos, no fallar más para no salir con un resultado inmerecido.

Había que controlar el enfado y seguir concentrado, aunque en ese momento ya le daba igual un golpe más o menos, acabar tercero que cuarto después de haberse sentido muy cerca de su objetivo. Pero Jon Rahm ya ha demostrado que puede con el Augusta National, que el Masters tiene un candidato para los próximos años. Lo fue también este año, pero el golf no perdona. No obstante, el de Barrika puede estar orgulloso de su reacción tras el mal resultado del primer día. Acabar cuarto en este Masters tan exigente, solo hay que ver el Top 10, es un aviso de que ha llegado para quedarse.

1. Patrick Reed-15

2. Rickie Fowler-14

3. Jordan Spieth-13

4. Jon Rahm-11

5. Cameron Smith-9

5. Bubba Watson-9

5. Henrik Stenson-9

5. Rory McIlroy-9

9. Marc Leishman-8

10. Dustin Johnson-8