Del cálido tartán a la fría pista de bobsleigh
Jamaica y Nigeria hacen historia en Pyeongchang con sendas parejas femeninas: “Si estamos aquí no hay nada imposible”
EN los Juegos de Calgary de 1988 se produjo un hecho que tuvo su parte de exótico, de lúdico y también de admirable. Un equipo de Jamaica, país de nula tradición en los deportes de nieve y hielo, compitió en bobsleigh. Sus peripecias dieron lugar a una película Cool Runnings,Elegidos para el triunfo en su traducción al español. Desde aquel episodio la cita olímpica de invierno ha visto llegar, salvando todo tipo de obstáculos, a atletas de lugares insospechados que honran el espíritu de Coubertain e ilustran nuevas historias de superación.
Muchos piensan que de estos Juegos de Pyeongchang podría salir una secuela de la película que dirigió Jon Turteltaub, o dos. Por un lado, Jamaica vuelve a estar representada, de nuevo en bobsleigh, por las primeras mujeres del país que participan en unos Juegos de Invierno. Jazmine Fenlator-Victorian, que ejerce de piloto y ya fue olímpica en Sochi con Estados Unidos en el mismo deporte, y Carrie Russell, medalla de oro con el relevo 4x100 de Jamaica en el Mundial de Moscú en 2013, unieron sus fuerzas hace un par de años para llevar a Jamaica de nuevo a los Juegos de Invierno. Ambas compitieron ayer en las dos primeras series de calificación dentro de un trineo al que han llamado Mr. Cool Bolt, en homenaje a la gran leyenda del deporte de la isla caribeña.
Pero su sueño estuvo cerca de no poder cumplirse ya que la semana pasada la competición dimitió por discrepancias técnicos con la Federación Jamaicana la entrenadora de la pareja, la alemana Sandra Kiriasis, quien anuló la autorización para utilizar el vehículo del que ella era propietaria. El problema llegó a oídos de los responsables de Red Stripe, una cerveza que se fabrica en Jamaica, que decidieron costear la compra de un nuevo trineo, por valor de 40.000 libras.
La incertidumbre duró lo que tardaron los técnicos en ponerlo a punto y Fanlator-Victorian y Russell pudieron competir ayer y lo volverán a hacer hoy en las dos mangas de las que saldrán las medallas a las que no aspiran. Sin embargo, sí han logrado su propósito de “hacer visible que los Juegos están abiertos a la diversidad, enseñar a las niñas de Jamaica que ellas también pueden conseguir sus sueños, cualesquiera que sean”.
estrellas en nigeria Por la misma pista de bobsleigh, bajaron ayer Seun Adigun y Akuoma Omeoga, que forman el primer equipo de Nigeria y de África en toda la historia de los Juegos Olímpicos de Invierno. Adigun, sobrina de la leyenda de la NBA Hakeem Olajuwon y que ya fue olímpica en 100 vallas en Londres, contactó en verano de 2016 con su compañera, también exvelocista, y le expuso un proyecto ambicioso y un poco loco: formar equipo de bobsleigh para los Juegos de Pyeongchang. Tuvieron que empezar de cero, entrenarse con un trineo simulado de madera para empezar los automatismos y también recaudar dinero para poner en marcha la Federación Nigeriana, un requisito indispensable. Consiguieron mediante crowdfunding 75.000 dólares con los que pudieron adquirir un trineo y costearse la estancia en Lake Placid y los viajes a las diferentes competiciones en las que debían ganarse la plaza olímpica.
Al fin, lo consiguieron y ayer hicieron historia para Nigeria. “La gente de allí apenas saben nada de lo que es el bobsleigh, pero les da igual. Nos apoyan mucho”, comentan Seun Adigun y Akuoma Omeoga, a quien algunos patrocinadores dan tratamiento de estrellas. Y es que ellas han salvado también muchas barreras antes de llegar a Pyeongchang y tirarse por la misma pista que las grandes potencias del bobsleigh: “Ha sido un gran reto. Si nosotras estamos aquí, eso quiere decir que nada es imposible”.