bilbao - El Bilbao Basket encontró una bombona de oxígeno con su última victoria ante el Unicaja que le permitió acabar el año fuera de los puestos de descenso y afrontar con otra cara lo que podría calificarse como una nueva temporada dentro de la temporada normal. Pero, evidentemente, queda mucho trabajo por hacer para procurarse un final de curso tranquilo porque la igualdad impera, de momento, en la parte baja de la clasificación. El triunfo ante los malagueños compensó en cierto modo la derrota en Miribilla ante el San Pablo Burgos, aunque esta resultara muy dañina al tratarse de un rival directo, y se convirtió en la segunda consecutiva en casa en la Liga Endesa para los hombres de negro.

El nuevo año tiene que traer nuevos hábitos y hacerse fuerte en casa es uno de las deberes para lo que queda de curso del equipo de Veljko Mrsic. Recuperar la fiabilidad como local es esencial para despegarse de los puestos peligrosos. En 2017 el Bilbao Basket perdió más partidos de los que ganó en Miribilla y de mantenerse esa tendencia los apuros están asegurados. Cuatro de los cinco conjuntos de Euroliga ya han pasado por Bilbao y esto es algo que el Bilbao Basket tiene que aprovechar en las veinte jornadas que aún debe disputar. En todas las temporadas anteriores en la Liga Endesa, menos en la segunda, siempre ha podido enganchar una racha positiva de al menos tres victorias y es algo que ahora también necesita para marcar distancias y conseguir el objetivo de la permanencia que se ha marcado Mrsic como prioritario.

Al margen de la primera jornada, el Bilbao Basket jugará el domingo en Gran Canaria el primer partido de la temporada en la Liga Endesa sin haber disputado otro en la misma semana. El técnico croata espera que despojarse de la carga de la Eurocup ayude a su equipo a acumular entrenamientos y, con ello, a acercarse a la idea de juego que pretende. De aquí a la Copa, los hombres de negro se medirán a tres rivales de rango europeo y a otros tres que no han jugado este curso en Europa, ante los que conviene llegar en igualdad de condiciones en cuanto a desgaste.

sin la carga de europa Sin embargo, quedar eliminado de la Eurocup no asegura que vayan a llegar los resultados positivos en la Liga Endesa. De hecho, la historia reciente desmiente esa teoría a la que muchos se aferran con la esperanza de ver un mejor Bilbao Basket que hasta ahora. Después de finalizar sus tres últimas participaciones en la competición continental el Bilbao Basket no logró más victorias que derrotas en la competición liguera y en ninguna de esas temporadas alcanzó puestos de play-off, que ahora tiene a dos victorias.

No hay recetas mágicas a las que agarrarse, por eso tras cinco partidos con Veljko Mrsic en el banquillo el equipo bilbaino se mantiene en unas estadísticas similares a antes de su llegada. Ha bajado ligeramente las cifras de puntos a favor y en contra y ha subido un poco su porcentaje de acierto en tiros de dos a cambio de un leve descenso en los de triples. La apuesta por un juego más controlado, sin tiros locos, como dice el propio técnico, exige paciencia ya que la plantilla no ha tenido ninguna variación respecto a la que cogió y sus virtudes y defectos son los que son. En su penúltima rueda de prensa, Mrsic no se cerró a la posibilidad de hacer fichajes si los jugadores no llegaban pronto a su máximo nivel. La victoria ante el Unicaja ha podido ampliar el margen de confianza, pero todo dependerá de que esta mejoría se prolongue en el tiempo y obtenga resultados.

Para ello, el técnico del Bilbao Basket espera contar cuanto antes con toda la plantilla a su disposición, algo que hasta ahora las lesiones han impedido. Así, los propósitos tienen que ser planteados a corto plazo dentro de la idea global que maneja Mrsic, cuya filosofía apuesta por rotaciones más prolongadas y por mantener en la cancha a aquellos que más producen. El croata defiende aquello de que hay que descansar en ataque para darlo todo en defensa, pero la intensidad que pretende siempre es más fácil de conseguir con más jugadores involucrados. Hasta ahora no ha tenido a todos y será desde esta semana cuando se pueda comprobar quiénes encajan en su molde y hasta cuándo se puede permitir el equipo aguantar sin nuevas incorporaciones.

Las circunstancias de este mes han sido atípicas para valorar en su justa medida el trabajo de Veljko Mrsic, pero el partido del domingo ante el Gran Canaria debe ser el comienzo de algo distinto, de algo que justifique todo lo que ha ocurrido en los últimos meses. En los minutos finales del partido ante el Unicaja el equipo y la grada vieron el camino a seguir en este 2018 que plantea retos que el Bilbao Basket ya creía olvidados ahora que está cerca de cumplir su mayoría de edad.

puertas abiertas en miribilla. Si el roce hace el cariño el Bilbao Basket se sintió ayer reconfortado por las 1.200 personas, la mayoría niños y niñas, que acudieron al entrenamiento de los hombres de negro. El equipo trabajó a la vista de quienes representan el futuro del baloncesto de Bizkaia y, tras una sesión muy enfocada a la técnica individual y el trabajo específico, los jugadores repartieron obsequios, cumplieron con la firma de autógrafos y se sacaron fotos para corresponder a la paciencia y el apoyo de sus seguidores más jóvenes. Texto: R. Calvo Fotos: Óscar González