GALDER Dwomoh despedirá el año en Malta. El delantero del Santurtzi va a poder quitarse la espina que tiene clavada e intentar cumplir su sueño aceptando un contrato profesional en un equipo de fútbol extranjero. La oferta proviene del Victoria Hotspurs, un clásico de la Primera División de la liga de Gozo, una de las 21 islas que componen el archipiélago de Malta en el Mediterráneo. Es una competición independiente y pequeña, como la isla, que tan solo tiene catorce kilómetros de largo y siete de ancho, pero en la que ponen sus ojos muchos ojeadores de la Primera División de Malta e incluso de la Segunda División de Italia.
“Es una ocasión inmejorable que me encontró mi representante. Probé el pasado verano para el Balzan CF, equipo de la Primera División de Malta y al final no salió. Ahora llega la oportunidad de nuevo. Tengo la espina clavada de poder jugar fuera. Ha habido muchas oportunidades y, por diferentes razones, no he marchado: a los filiales de Espanyol y Mallorca e incluso a Italia”, comenta entusiasmado Galder. Es una llamada que el atacante no puede, y no quiere, dejar pasar. En todos los aspectos. “Llamaron ahora, diciendo que había otros clubes interesados y he decidido cambiar de aires. Nuevos ambientes, nuevos retos, también para mi vida personal. Estoy ilusionado en ir allí”, advierte el jugador morado. Una nueva aventura, a tan solo tres horas de avión, que arrancará este jueves: “Primero voy a un torneo de Navidad y el 10 de enero jugamos contra los segundos en liga. Llego con muchas ganas. La confianza y el estado de forma son claves y, en ese sentido, me veo fuerte y maduro de afrontar este reto”.
Nacido en Bilbao, hijo de padre ghanés y madre bilbaina, Galder mide 1,94 y pronto cumplirá 28 años. El espigado delantero esta temporada ha sido, junto con Endika, una referencia en el ataque del Santurtzi, pero su trayectoria ha sido larga: Sestao River, Peña Athletic, Santutxu, Eibar B, Llodio, Santurtzi, Portugalete, Getxo y, de nuevo, Santurtzi, donde ahora se quedan sin su participación en ataque. “No tengo más que palabras de agradecimiento para el Santurtzi por las facilidades que me han dado. El equipo está arriba y yo estoy bien. Pero, a nivel personal, necesitaba un cambio. A parte de fútbol necesitaba cosas nuevas. Sé que es una faena para el Santurtzi. Soy importante, Endika y yo tenemos presencia en el área. Es duro para ellos y yo lo entiendo, pero es una oportunidad que no quiero dejar pasar. Los compañeros, directiva, médicos? me da mucha pena. Es de agradecer el apoyo que me han dado”, destaca Galder.
hasta final de temporada En San Jorge, con seguridad, notarán su ausencia. El equipo de Aketza González es una de las revelaciones de Tercera División. Hasta ahora se ha codeado con los conjuntos de cabeza gracias a su faceta goleadora en la que el equipo morado es el segundo máximo goleador de la categoría. El Santurtzi le da la carta de libertad a Galder para embarcarse en esta nueva experiencia buscando nuevos retos: “Llego hasta final de temporada. El Victoria anda jugándose la liga y, primero, veremos qué tal va la experiencia hasta final de temporada y, luego, se valoraría qué hacer el año que viene”.
Galder ya probó, sin suerte, en la Liga de Malta, que es más fuerte que la de Gozo. Así que ya conoce de primera mano los paralelismos con nuestras competiciones. “España es nivel top futbolísticamente hablando. Buenos jugadores y equipos. En Malta se vive muy bien y los entrenamientos son bastante menos intensos. Estuve en Balzan, que hizo previa de Champions, y podría ser un Segunda División B de mitad de tabla para arriba, aunque esto es muy relativo”, analiza. No solo el fútbol será su obstáculo, adaptarse a otro idioma es otra de las barreras que tendrá que hacer frente el delantero vizcaino: “¿Miedo?, para nada. Voy solo. Se habla inglés y maltés y yo inglés entiendo, pero me cuesta hablar. Pero me voy a poner al día. El fútbol es universal. Da igual el idioma que hables, tengo ganas de ir para allí. En verano ya comprobé que era gente muy sociable, muy maja, me ayudaban en todo lo posible y se agradece”.
Aunque en la memoria de todos está la mala experiencia de hace dos años de Bonilla y Torrealdai, que tuvieron que volver antes de tiempo de la República Dominicana. “Para nada pienso en ello. Son otros países, de otra economía. El mundo es muy grande y hay de todo. Yo ya estuve y, más o menos, sé lo que me voy a encontrar. Buen clima, buena gente, me falta solo conocer a qué compañeros me voy a encontrar. Es una aventura, otra cultura, tengo ganas, nuevos objetivos, nuevos retos. Estoy ilusionado de que llegue el día”, finaliza Galder, que ya tiene las maletas preparadas.