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[GALERÍA] Galdakao reúne a 2.500 invencibles

La localidad acogió ayer, por tercer año consecutivo una nueva prueba del Circuito Mundial Eternal Running

[GALERÍA] Galdakao reúne a 2.500 invenciblesBORJA GUERRERO

LAS inmediaciones del polideportivo de Urreta, en Galdakao, amanecieron ayer como una gran pista de atletismo. Sobre las 10.00 horas, lo raro era no ver a gente corriendo, estirando y preparándose para superar un gran reto; completar los 10 kilómetros y 80 obstáculos del recorrido y cruzar la meta de la Eternal Running, una prueba entre un Iron Man y humor amarillo que por tercer año consecutivo, demostró que tiene cuerda para rato. Sin embargo, pronto iba a poder comprobarse que las pruebas del Circuito Mundial Eternal Running no son como otros eventos deportivos. Entre aquellos que calentaban antes de tomar la salida, eran muchos los que, además de unas zapatillas adecuadas, iban disfrazados, con complementos e incluso con pinturas de guerra en la cara.

El carácter desenfadado y “gamberro” de la Eternal Running es lo que la hace especial. La mayor parte de las 2.500 personas que participaron ayer en la cita, lo hicieron para “pasar un buen rato”, tal y como admitían la mayoría al cruzar la meta. Aunque eso sí, con la idea clara de terminar la carrera y convertirse en nuevos Invencibles, que es como denomina la organización a quienes superan su reto.

Pero también hubo quien tomó la salida con la mentalidad de ganar esta prueba patrocinada por DEIA. Entre estos, cómo no, estaban el primer clasificado en categoría masculina y la primera en la femenina. El más rápido fue Asier Landart, de Irun, que comentaba al final del recorrido que “no le había parecido tan duro”. Pero también admitía que desde el año pasado -que participó por primera vez en este tipo de pruebas- se ha estado preparando duramente. La primera mujer en cruzar la línea de meta fue Nekane Arroyo, de Galdakao. “He participado los tres años y ha sido muy dura, aunque el recorrido merecía la pena por divertido y por bonito”, declaraba aún exhausta.

Lo que sí fue un denominador común en todos los participantes que cruzaron la meta era que llegaban calados de arriba a abajo y muchos de ellos, llenos de barro. Entre los muchos que acabaron con el disfraz roto estaban Jurgi Gorostiza y Patxi Bilbao, que llegaron de Mendexa y Amoroto vestidos de Blancanieves. “Hemos venido a pasarlo bien y tampoco hemos preparado la cita, así que ha costado bastante”, comentaban. Ambos, destacaban la dureza de la última parte, “la de los obstáculos”.

Otra de las peculiaridades de la Eternal Running es el avituallamiento, que se sale de los cánones a los que el deporte está habituado: vino, queso, patatas, aceitunas... Todo vale para reponer fuerzas y seguir luchando por cruzar la meta, aunque también hay bebidas isotónicas. Además de la satisfacción de convertirse en invencibles, los participantes recibieron ayer varios premios. Y es que además de los galardones habituales a los primeros clasificados en categoría masculina y femenina y al mejor disfraz, por primera vez, todos tuvieron una medalla de premio. Asimismo, se les hizo entrega de una camiseta que en esta ocasión también estaba escrita en euskera.

Tampoco faltaron regalos de los patrocinadores y, cómo no, la tradicional paella que se cocina mientras los valientes se dejan la piel en el recorrido. Al final de la prueba, su director Rubén López aseguraba que “esta tercera cita en Galdakao la consideramos todo un éxito”. López destacó que “la gente ha valorado muy bien los cambios que hemos introducido y se han divertido muchísimo. Estamos muy contentos con el trabajo realizado”. Después de la cita de ayer, el Circuito Mundial Eternal Running cuenta con otros 2.500 Invencibles, ya que todos los participantes consiguieron superar el reto.