ESTÁN Álex Mumbrú, Axel Hervelle y Javi Salgado y luego está él, Dejan Todorovic. El serbio es, pese a tener solo 23 años, uno de los jugadores que más tiempo lleva de manera continua en el Bilbao Basket. El pasado miércoles comenzó su cuarta temporada como hombre de negro, una cifra que no han alcanzado muchos jugadores en la historia del club. “Estoy contento por ello, aunque la verdad es que pasa el tiempo muy rápido”, bromea el alero de Mrkonjic Grad, donde ha estado este verano con su familia para “recargar las pilas”. Otros años Todorovic vivió semanas complicadas en esta época por desconocer su futuro contractual o por salir de lesiones que limitaron su espléndido físico. “Ha sido un verano normal, divertido, tranquilo. Creo que estoy preparado y estoy con muchas ganas de aportar al equipo”, asegura.
Tras acabar demasiado pronto el curso pasado, el alero serbio tuvo tiempo para prepararse físicamente ante su participación en las Ligas de Verano y para pulir aspectos de su juego con un entrenador particular, incidiendo en distintos detalles individuales. “Estuve más de veinte días en Estados Unidos y ha sido una experiencia muy interesante”, comenta el jugador del Bilbao Basket sobre su presencia en ese zoco que es el baloncesto estival de Estados Unidos. Allí ha podido acercarse a un entorno que siempre le ha atraído y ha podido conocer “otro estilo de juego, medirse a muchos jugadores, la mayoría de ellos con contrato en la NBA”. En la plantilla de los Chicago Bulls que participó en el torneo de Las Vegas, Dejan Todorovic coincidió con Denzel Valentine, Kris Dunn, Cameron Payne, Lauri Markkanen o Ryan Arcidiacono, jugadores que ya se han ganado un sitio y un nombre en aquel baloncesto. En ese contexto de oportunidades contadas, es difícil tener protagonismo, pero el serbio pudo disputar tres partidos con promedios de diez minutos, cuatro puntos y dos rebotes.
Al final, se trata de “aprender de las experiencias que ya llevo”. Todorovic se siente un jugador “más maduro” y está convencido de que “puedo seguir subiendo mi nivel de juego”. “Creo que puedo considerarme un jugador de ACB. La pasada temporada la terminé a un gran nivel, pienso que ayudé mucho al equipo en los últimos dos meses o dos meses y medio. Espero seguir en esa linea y ayudar aún más”, apunta. Esta temporada le puede tocar asumir un rol distinto en el juego exterior, más orientado hacia la posición de escolta y al lanzamiento exterior.
minutos para la confianza “Pienso que eso siempre lo he tenido, la posibilidad de anotar”, señala. Y es que “más que progresar en aspectos concretos” para ser más regular o fijarse objetivos individuales en su cuarto año en el Bilbao Basket, Dejan Todorovic destaca la importancia de tener presencia en la cancha. “Jugar te da unos automatismos, una confianza para hacer cosas en la cancha. En los primeros dos años y medio en Bilbao participé poco, jugaba un partido y luego cinco no, y así es complicado. Creo que lo importante es tener continuidad, como al final de la temporada pasada”, reitera.
En todo caso, el paso de las semanas y de la pretemporada irá poniendo a cada uno en el sitio que le corresponda dentro del equipo en esta segunda campaña a las órdenes de Carles Duran. Dejan Todorovic quiere ser importante en una plantilla en la que “tenemos otra vez muchos jugadores nuevos, pero acabamos de empezar y apenas hemos tenido tiempo de hablar, de conocernos y de marcarnos los objetivos de cada uno. Espero que en este mes y medio podamos marcar los roles de cada uno y que el equipo empiece a funcionar desde el principio”.
La misma regularidad para sí mismo la espera Todorovic para el equipo en una campaña exigente y atractiva. “La pasada temporada fue muy rara, llegamos a estar casi un mes sin competir y eso nos perjudicó mucho. Ahora parece que todo va a ser más normal y más parecido a lo que estamos acostumbrados”, concluye uno de los veteranos entre los hombres de negro, que quiere asentarse definitivamente en Bilbao.