Bilbao - Basta con atender a las palabras de Carles Duran para comprobar que el RETAbet Bilbao Basket no llega en su mejor momento al encuentro de mañana ante el Morabanc Andorra, la cita con etiqueta de “final” en la que los hombres de negro deben, sí o sí, sumar una victoria para que sus opciones de play-off no se desvanezcan del todo. ¿Cómo llega el equipo en el plano físico? “El panorama está regular”. ¿Y mentalmente? “Estamos jodidos por la imagen que dimos en Badalona”. Así están las cosas, aunque el técnico catalán no enarbola, ni mucho menos, un discurso derrotista. “¿Por qué no vamos a tener ilusión? Podemos estar entre los ocho mejores, ¿qué mejor ilusión que esa? Nos han pasado muchísimas cosas este año y seguimos teniendo esa opción. ¿Que podríamos estar mejor? Sí, pero peor también”, destacó ayer, con una declaración de intenciones que toca convertir en un hecho: “Tenemos mucha ambición, es una final para nosotros. Tenemos ilusión de demostrarnos a nosotros mismos, y sobre todo a nuestra gente, que no somos el equipo del domingo pasado”.

Y es que las derrotas ante el Rio Natura Monbus y, sobre todo, la última en Badalona han hecho mucho daño en el vestuario bilbaino, pero a estas alturas de la película no hay demasiado tiempo para lamentos y, como ocurre con los percances físicos, toca asumir lo que hay. “Reconozco que hemos llegado tocados físicamente a uno de los momentos importantes de la temporada. A ver si somos capaces de, con nuestra gente, tener energía porque no estamos en nuestro mejor momento. Lapornik y Mumbrú han hecho esfuerzos y no han sido capaces de recuperarse perfectos. Cada día van a mejor, pero no están como a mí me gustaría”, destacó Duran, consciente de que será precisamente el físico uno de los factores más importantes del partido de mañana. “Lo que más me preocupa es nuestro físico y el suyo. En Badalona nos pasaron por encima físicamente y Andorra ha demostrado ser un equipo físicamente con jugadores muy capaces de hacer muchas cosas. Si no somos capaces de igualar ese aspecto, vamos a sufrir. Si competimos físicamente, tenemos muchas armas para ganar”, aseguró, sin darle importancia al bajón de rendimiento que ofrece este curso el equipo de Peñarroya a domicilio: “En casa tienen un fortín y están entre los ocho mejores gracias a ello, pero no debo fijarme en si fuera son mejores o peores”.

Consciente de que recuperar el average (derrota por 85-81 en la primera vuelta) sería perfecto, Duran destacó que por encima de todo está “ganar y volver a recuperar las sensaciones que perdimos la semana pasada”, resistiéndose a calificar la cita como una final en toda regla. “Es una final para estar entre los ocho mejores, eso está claro, pero tampoco es una final. A cuatro jornadas para acabar la liga el equipo está salvado matemáticamente. Finales se están jugando otros equipos, la nuestra es para quedar entre los ocho mejores”, matizó.

“Me siento respaldado” Cuestionado por aquellas palabras suyas en las que esperaba que el club atendiese a las circunstancias de lesiones a la hora de poner su nota de final de curso, el catalán recalcó que “he dicho muchas veces que me siento respaldado y el club está siendo muy serio y honesto en las cosas importantes como la viabilidad económica y mantener una línea. En esa línea nos hubiese gustado estar en la Copa, avanzar en Eurocup y queremos estar en play-off, pero sin desviarnos del camino. Nosotros no hemos sufrido para mantener la categoría, eso es importante y hay que decirlo. Hemos intentado crear un grupo de gente joven y tenemos que seguir en ese camino. Y si no, saldrá alguien y lo dirá”.