BILBAO - El 21 de diciembre de 2002 es una fecha marcada a fuego en el corazón de Esteban Gaubeka e Imanol Ibáñez. Ese círculo en el almanaque vital, esa referencia en la memoria, el separapáginas de su biografía personal, se arrulla junto al sentimiento de sus primeros palazos en el Club Deportivo de blanco y bajo el auspicio del leño profesional. Aquel curso, en el que el Mundial de Iruñea alumbró nuevos talentos para todas las modalidades, salió una remesa importante de palistas, de las que solamente quedan ellos dos en pie. El delantero de Armintza y el zaguero de La Peña se estrenaron con Eusko Basque como promesas y se afincaron rápido en los huecos arriba. En la actualidad, los vizcainos son los más veteranos del cuadro, seguidos por Pablo Fusto, quien se estrenó en octubre de 2003, y Xabier Ibargarai, cuya explosión llegó en marzo de 2008.
En aquella ocasión, Gaubeka e Imanol, que inició su camino con 17 años, no mezclaron. El armintzarra disputó el tercer choque junto a Beldarrain y ganaron por 35-30 a Urkijo-Garma; mientras que el guardaespaldas bilbaino se ató a Basabe para imponerse con los mismos guarismos a Zarraga-Larrinaga. Despuntaron rápido. Desde entonces, si bien las tardes de entrenamiento y frontón han sido muchas, los rectores técnicos pocas veces han optado por el mestizaje, dado el alto nivel de ambos.
El Gallo de Armintza y el zurdo bilbaino unirán hoy sus armas en la final del campeonato del mundo de Parejas, que organiza el Consejo Mundial de pelota vasca, a partir de las 17.00 horas, en el frontón Municipal de Mungia. Será el segundo asalto al cetro, ya que en la vuelta de tuerca de la modalidad que estableció el ente dirigido por Fernando Azkarate en 2016, donde establecieron un sistema de juego en el que los puntos sean por pelotari y partido y que cada jornada haya cambios de binomio, Pablo Fusto y Sylvain Brefel alcanzaron la victoria ante los vizcainos. Fue un duelo de estilos: palistas con golpe de arriba contra pelotaris de perfil más tradicional. La combinación funcionó, pero los adversarios fueron un muro. Casi hora y media de pelea terminó con un 10-8, 8-10, 10-6, 7-10 y 10-7.
El segundo intento se antoja una empresa complicada. Los últimos campeones del Individual, Fusto e Ibai Pérez, alcanzan el envite con ganas de guerra. El sestaoarra puede encontrar una txapela que le falta y que redondearía su curso en los compromisos del Consejo, los más importantes de la temporada. Por su parte, el bonaerense, desde que se coronara por primera vez en 2005, posee cinco entorchados más (2006, 2008, 2013, 2015 y 2016). El delantero tiene músculo y un zaguero que es un filón con el saque. Todo dependerá de su adaptación a un frontón largo como el de Mungia, donde los azules, los más destacados de la fase previa, están más cómodos.
Con todo, Esteban tiene dos títulos (2009 y 2012) y seis subcampeonatos (2003, 2005, 2007, 2013, 2015 y 2016) e Imanol, tres txapelas (2007, 2010 y 2014) y una sola derrota en una final, la del año pasado.