Duración: 48:10 minutos de juego.
Saques: 1 de Olaizola II (tanto 22).
Pelotazos: 393 pelotazos en juego.
Tantos en juego: 7 de Olaizola II, 1 de Untoria, 4 de Víctor y 1 de Albisu.
Errores: 1 de Olaizola II, 3 de Untoria, 8 de Víctor y 5 de Albisu.
Marcador: 0-1, 1-1, 1-2, 5-2, 5-3, 7-3, 7-5, 8-5, 8-6, 17-6, 17-7, 20-7, 20-9 y 22-9.
Botilleros: No hubo botilleros al ser las dos parejas de la misma empresa, Asegarce.
Apuestas: Se cantaron de salida posturas de doble a sencillo a favor de Olaizola II-Untoria.
Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada de la liguilla cuartos de final del Campeonato de Parejas de Primera de la LEP.M disputado en el frontón Beotibar de Tolosa. Lleno.
BILBAO - Pocos partidos se pueden ganar cuando acumulas por tu parte trece errores. Más aún cuando el nivel se mece dentro del Parejas de Primera, donde no hay experimentos. Las probaturas se hacen en verano y con agua. Más aún cuando en contra están Aimar Olaizola y Álvaro Untoria. Más aún cuando en el Beotibar de Tolosa se asoman los nubarrones de un encuentro gris. Pocas veces se puede tutear a cualquier rival con un carro de yerros a la espalda. Así, Víctor Esteban y Jon Ander Albisu terminaron trasquilados su primer partido de 2017 ante dos adversarios que manejaron la velocidad de crucero a favor de corriente, porque aguantar fue un factor suficiente para desequilibrar la balanza. El delantero riojano no se encontró cómodo en el remate aunque su compañero en la zaga tuvo brechas abiertas ante su homólogo. El de Ezcaray no cruzó bien el gancho y el sonido de las tablas del Beotibar se transformó en una tortura continua.
Con esto, el partido se escapó por el sumidero. El 22-9 transporta a los ganadores a la segunda posición de la tabla clasificatoria del Parejas, superando a sus adversarios de ayer en Tolosa, a los que comprometieron el tanteo por la holgura del triunfo.
De este modo, Untoria, que tuvo que mirar la espalda de Albisu durante toda la cita, expuso sobre el tapete tolosarra la dureza de su despliegue: más trotón que pegador; más sacrificio que brillo. El de Nájera resistió lo suficiente para que sus contrincantes no supieran reinar. Untoria se pudo quitar la espina del encuentro ante Irribarria y Rezusta, en los que tuvo que sufrir un planteamiento de acoso y derribo. Aimar Olaizola, entretanto, tomó los riesgos suficientes para acabar con una hoja de servicios aseada. El goizuetarra acabó siete tantos y un saque -el último pelotazo del partido- y solamente erró un golpe. Su compañero, ganó un tanto y falló tres. Solo nueve cartones llevaron la firma colorada, pero fue una tajada suficiente. Remaron a favor de corriente con la falta de acierto azul, excesiva y fundamental para el devenir del encuentro.
De hecho, cuando Olaizola II y Untoria doblaban ya en el luminoso a Víctor-Albisu (12-6), los primeros asumían como favores ocho pelotazos fuera de foco. Los yerros de los azules pusieron el abismo. La película se tornó más terrorífica porque los rivales eran pelotaris de la talla de Aimar y Álvaro, seguros hasta el tuétano. Tal es así que la falla del choque se abrió desde el 8-6 hasta el 17-6. El duelo se escapó. Se acabó la pimienta que alumbró el primer tanto, que se dirimió en 78 mandobles y que fue la única ventaja azul en el marcador en todo el duelo.
A partir del 17-6, apenas hubo estertores de los azules, que siguieron mandando en la pegada pero no en la ejecución. Y el choque murió 22-9 con trece fallos para el combinado perdedor. Demasiados. Los suficientes para decantar la balanza de un partido del Parejas, que se caracteriza por la sobriedad en el planteamiento de los duetos. Víctor y Albisu naufragaron en una tarde aciaga en la que no dieron su mejor versión. Sobre todo el delantero, que cometió ocho fallos por cuatro tantos hechos. Un mal día para un rematador. Pocos partidos se pueden ganar así.