Bilbao - El RETAbet sigue agarrándose con uñas y dientes a la Eurocup. Pese a recibir un jarro de agua fría justo antes del arranque de su partido en forma de victoria del Alba Berlín en Vilnius, los hombres de negro cumplieron con pulcritud, aplomo, seriedad y, por momentos, brillantez con su trabajo, tumbaron al Montakit Fuenlabrada poniendo además a su favor el basket average particular y llegan a la última jornada de la fase de grupos dependiendo de sí mismos para alcanzar el Top 16. Eso sí, dentro de las buenas noticias el panorama tampoco es para echar cohetes, pues a los de Carles Duran les tocará jugarse el todo por el todo en la cancha del todopoderoso Khimki de Dusko Ivanovic. En caso de derrota, el conjunto vizcaino necesita que el Lietuvos Rytas asalte la cancha del conjunto madrileño. Para poner todavía más palos en la rueda de los de Miribilla, su partido se disputará tres horas antes (17.30) que el que acontecerá en el Fernando Martín fuenlabreño y una derrota bilbaina mete directamente en la siguiente fase a los lituanos, que en su contienda solo se jugarían ya la segunda plaza del grupo.

Así las cosas, solo una campanada en tierras rusas garantiza seguir adelante en competición continental a un Bilbao Basket que, sin embargo, ayer afrontaba una final, el primer do or die del curso, y tuvo el empaque y la solvencia necesarias para salir de las cuerdas y abandonar el cuadrilátero con los brazos en alto. Les costó a los de Carles Duran dejar de rueda a un Fuenlabrada huérfano de Marko Popovic, su principal artillero, pero la lesión de Moussa Diagne en los compases finales del primer acto abrió un flanco provechoso. Así, activando a Micheal Eric e Ivan Buva (ambos acabaron con 16 puntos) en la pintura durante el segundo cuarto, los locales empezaron a poner pies en polvorosa y, a regreso de vestuarios, acabaron por abrir brecha de manera definitiva gracias a unos buenos minutos de circulación de balón coronados por el acierto triplista de los Todorovic, Lapornik y Buva. Los de Jota Cuspinera se quedaron sin argumentos y el 93-71 a 2:55 del final parecía asegurar el triunfo y el average (-11), pero el exceso de relajación local no estuvo lejos de provocar un susto.

Con Dejan incrustado en el quinteto inicial para convertirse en sombra de Hakanson, el conjunto vizcaino llevó casi siempre el control del luminoso pero le costó poner pies en polvorosa. Pese a que las tempraneras conexiones con Eric dieron buenos beneficios a los de Duran, estos percutieron de manera incluso obsesiva desde la línea de 6,75 en el acto inaugural -en trece ocasiones- y su falta de tino -cuatro aciertos- evitó cualquier atisbo de demarraje ante un Fuenlabrada nada brillante pero sí acertado a la hora de explotar las lagunas defensivas del rival. El 16-11 tras un fantástico tres más uno de Lapornik parecía ofrecer una buena rampa de despegue, pero los de Cuspinera consiguieron cerrar el primer cuarto pegados a los hombres de negro (20-18 tras triple de Paunic). Eso sí, tras la lesión de Diagne en un brutal tapón sobre Buva, el Bilbao Basket entendió que era el momento de llevar la batalla a las distancias cortas. El croata empezó el segundo parcial haciendo daño en la pintura a Rey (26-20), pero el poste catalán recuperaba en el aro bilbaino parte de lo que permitía en su canasta, aprovechando las lagunas bilbainas en el bloqueo central y en las ayudas (34-30). Eso sí, cuando Eric entró de nuevo en acción se acabó el intercambio de golpes. Cuatro canastas seguidas del nigeriano con la guinda de un triple de Hervelle dispararon a los anfitriones hasta el 45-33 a 1:15 del descanso, aunque el Fuenla se resistía a claudicar (45-37).

A regreso de vestuarios, el Bilbao Basket se olvidó de abastecer de balones a sus interiores y su rival le aguantó la mirada gracias a la efusividad anotadora de Smits (51-45). Pero esta vez los golpes de los hombres de negro llegaron desde la larga distancia de la mano de Todorovic, Buva y Lapornik. Con el 63-50 a 2:18 de la conclusión del tercer acto, Cuspinera dio galones a Llorca y el catalán lideró la resistencia visitante con 11 puntos en este cuarto, pero los locales sacaron a relucir sus mayores recursos y, con otro triple sobre la bocina de Buva, alcanzaron los diez minutos finales con su mayor renta hasta entonces (74-59). Los visitantes caminaban sobre el alambre, a punto de perder el equilibrio, pero el Bilbao Basket parecía empeñado en ofrecerles un punto de apoyo con dos pérdidas en las tres primeras posesiones del último cuarto, pero Mumbrú, con un triple, y Eric, forzando una antideportiva de Rey, sofocaron la revuelta. Tras una técnica a Cuspinera, la renta local llegó hasta el 93-71, la relajación final fue controlada y al Bilbao Basket aún le queda tela que cortar en la Eurocup.