Bilbao - El chino amenaza con ser el idioma del futuro del bádminton mundial. Su nueva hornada asusta. Domina cada una de las especialidades y en el Iberdrola World Junior Championship apenas han dejado nada para los demás. La primera semana, su actuación por equipos fue una exhibición y en la segunda, sus atletas han demostrado que son los mejores. Solo las japonesas Sayaka Hobara y Nami Matsuyama, en los dobles femeninos, consiguieron triunfar en la resistencia ante la dictadura del gigante asiático. El resto de los oros fueron para China. Una generación llena de potenciales campeones en la que solo pudieron destacar dos. Muchos son los candidatos debido a la calidad que emana el país, pero los grandes títulos individuales solo pudieron ser para dos. Chen Yufei y Sun Feixang ganaron las finales y se proclamaron como los nuevos príncipes del bádminton. Candidatos a suceder a las estrellas del momento y con el punto de mira puesto en un claro objetivo: los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Sun es un hombre acostumbrado a la calma. Este joven chino de una pequeña localidad rural rodeada de montañas destaca por su timidez, las palabras le salen con cuentagotas. Los focos y el ruido no le van, no es lo suyo. Sun disfruta de la tranquilidad y del bádminton. Aunque raqueta en mano y con el volante en el aire, el chico de las expresiones cortas desaparece y la bestia entra en acción. El juego de Sun es pura pasión. Busca los ángulos con agresividad y no perdona las oportunidades. Los puntos son celebrados con rabia y el rival se intimida ante su constante ritmo. Ayer, ni la revelación del torneo, el indonesio Chico Aura Dwi Wardoyo, ni el público hostil pudieron detener el vendaval de Sun. El chino tuvo problemas para imponer su juego, pero tras cerrar un parcial con mucho trabajo (21-19), en el segundo no dio ninguna opción al jugador de Indonesia. “Estoy muy feliz de haber ganado. Ha sido un partido muy duro”, afirmó. Parco en sus expresiones. Descarado en el juego.

En el polo opuesto al juego de Sun, se encuentra Chen. La nueva campeona del mundo calcula cada movimiento. Fría en sus reacciones, ni lograr coronarse en el Bilbao Arena le hicieron mostrar una alegría desmedida. Un trabajo bien realizado, no más. La china pasó a ser la principal favorita para conquistar el Iberdrola World Junior Championship tras la derrota de la número uno mundial, la malasia Jin Wei Goh. Chen se enfrentó en la final a la tailandesa Pornpawee Chochuwong y lo que se preveía como el mejor partido de la jornada final, se convirtió en un paseo. La china destrozó a su oponente. Físicamente mucho más hecha y con una defensa inquebrantable, se adjudicó el triunfo por la vía rápida (21-14 y 21-17). “Esta victoria me ayuda a tener más confianza en mí misma y hago una valoración muy positiva de este torneo”, relató la campeona mundial.

Sorpresa nipona Por otra parte, la alegría de China no pudo ser total debido a la pareja femenina japonesa. Hobara y Matsuyama dieron la gran sorpresa del día al ganar a Du Yue y Xu Ya. Las niponas hicieron gala de una defensa espartana y cerraron todas las vías de sus oponentes. Así, esperando al error fueron sumando puntos. Las cuatro jugadoras tuvieron que exprimirse al máximo y tras empatar en los dos primeros parciales, 25-23 y 19-21, las fuerzas se agotaron en el bando chino y nada pudieron hacer en el set definitivo (21-14).

Asimismo, en el resto de los partidos, la tendencia del Campeonato del Mundo tampoco varió. China fue favorito y China venció. En los dobles mixtos, He Jiting y Du Yue, que en los femeninos logró la plata, ganaron en dos sets (21-13 y 21-15) a sus compatriotas Hu Yusiang y Zhou Haodong. Esté último pudo resarcirse de esta derrota y en el envite que cerró el Iberdrola World Junior Championship venció, junto a Han Chengkai, a los coreanos Hong Sub Lee y Su Min Lim en los dobles masculinos.