En Aste Nagusia, como en tantas otras fiestas populares de Bizkaia, el alcohol tiene un papel protagonista. Entre kalimotxos, cervezas y cubatas que llenan las barras de las comparsas, este año ha irrumpido con fuerza un nuevo chupito que no ha dejado indiferente a nadie: el Turbo Power Drink, una bebida creada en la localidad vizcaina de Bedia que se presenta en latas y que ha despertado la curiosidad de cientos de personas que disfrutan de las fiestas de la villa.
En la comparsa Moskotarrak, uno de los puntos de referencia del recinto festivo, ya se han despachado más de 40 latas de este peculiar trago. Para probarlo no basta con pedir un chupito cualquiera: hay que acercarse a la barra y decir "un Turbo". Ese código se ha convertido en una pequeña contraseña de moda entre quienes quieren probar la novedad de estas fiestas. La clave de su éxito parece estar menos en el sabor y más en la estética. "Este chupito se ha vuelto muy popular sobre todo por la estética, porque viene en latas y el color tan peculiar que tiene", señala Jon Ander Salaberri, miembro de la comparsa, que reconoce que muchos se acercan a pedirlo simplemente por curiosidad y por el hecho de que un bebida alcohólica tenga un recipiente tan curioso y a la vez extraño.
Sabor fuerte
El impacto que causa al probarlo también ha dado de qué hablar. El Turbo tiene un olor intenso y un sabor fuerte que no convence a todo el mundo: "La gente comenta que el chupito Turbo no está muy bueno, pero al ser la novedad pues mucha gente lo quiere probar", explica Salaberri, que apunta a un fenómeno similar al vivido en otras fiestas de Bizkaia, como las de Mungia, donde la bebida ya había llamado la atención anteriormente.
El resto de consumiciones mantiene la línea habitual de cada verano. "En nuestra comparsa vendemos sobre todo cubatas, y en específico Beefeater y Barceló. En referencia a los chupitos, como el año pasado lo que más hemos vendido son de Plata o Plomo. Los de fresa y tequila ya no venden mucho", afirma el integrante de Moskotarrak refiriéndose a que lo que funciona otros años en este Aste Nagusia funciona también.
Lo clásico
Sin embargo, más allá de los experimentos y de las modas pasajeras, las grandes estrellas de Aste Nagusia siguen siendo las de siempre. "Lo que más se vende es lo típico, kalimotxo y cerveza", confirma Irune Suso, también miembro de la comparsa. La cerveza, fresca y rápida de servir, es la opción más buscada durante las horas de calor, mientras que el kalimotxo mantiene su reinado como la bebida más representativa de las txosnas, imprescindible en cada cuadrilla. A ello se suma la fuerte presencia de los cubatas clásicos, que nunca pierden protagonismo en las noches más largas. Entre lo tradicional y lo novedoso, las barras de las comparsas reflejan año tras año el pulso festivo de Bilbao.
A pesar de las novedades y las modas pasajeras, la afluencia de público y el ambiente festivo dejan claro que, más allá de qué chupito se lleve la atención momentánea, lo que realmente define estas fiestas es la convivencia, la música y el disfrute de las tradiciones. Cada barra refleja un pequeño universo donde lo clásico y lo innovador se mezclan, pero donde el espíritu de Aste Nagusia se mantiene intacto: celebrar juntos y con alegría, entre risas, brindis y buen ambiente.