Bilbao - El Barcelona, con la inversión de 123 millones de euros en la compra de seis jugadores, se ha convertido en el gran animador del mercado de verano, mientras el Athletic ha sido el único club de la Liga Santander que no se ha gastado un euro en incorporaciones de otras entidades, un hecho que se puede calificar de insólito.

El gasto del Barça, además, ha sido para contratar clase media. Futbolistas de alcurnia, eso sí, pero destinados a potenciar el banquillo blaugrana para dar descanso cuando proceda a los titulares.

El delantero valenciano Paco Alcácer (30 millones) ha sido la última incorporación en el club azulgrana. Salvo el portero holandés Jasper Cillessen (27 años), las otras seis incorporaciones tenían 22 años en el momento de firmar sus contratos (además de Alcácer, Denis Suárez, Umtiti, Digne y André Gomes), una inversión claramente de futuro. El Barça también ha soltado lastre, deshaciéndose de hasta once jugadores (Claudio Bravo, Douglas, Sergi Samper, Vermaelen, Adriano, Dani Alves, Bartra, Sandro Ramírez, Halilovic, Tello y Montoya.

En esta ocasión no ha habido fichajes deslumbrantes, por la categoría del futbolista y la millonada invertida. El Real Madrid, que acostumbra a traer al menos un figurón cada verano, se ha limitado a gastar 30 millones para recuperar de la Juventus al delantero Álvaro Morata, desembolso que ha compensado con el traspaso de Jesé al PSG, además de recuperar a Marco Asensio, que estaba cedido en el Espanyol.

El Atlético de Madrid está dispuesto a seguir codeándose con los dos grandes por antonomasia, el Barça y el Real Madrid, y se ha reforzado en consecuencia con el francés Kevin Gameiro (Sevilla, 32 millones) y el centrocampista argentino Nico Gaitán (Benfica, 25 millones), además del lateral croata Sime Vrsaljko.

El Sevilla ha sido uno de los clubes con más trasiego de jugadores. Del Atlético de Madrid incorporó como cedidos a los argentinos Vietto y Kranevitter. Además, el Sevilla consiguió la cesión del francés Samir Nasri (Manchester City) y añadió al argentino Franco Vázquez, el brasileño Paulo Ganso (Sao Paulo, 9,5 millones), el japonés Hiroshi Kiyotake (Hannover 96) el argentino Gabriel Mercado (River Plate), o los franceses Wissam Ben Yedder (Toulouse) y el portero Sirigu, cedido por el PSG.

También reforzó notablemente su ataque el Villarreal, agitado tras la destitución de Marcelino García, la llegada de Fran Escribá al banquillo y la temprana eliminación de la Liga de Campeones; pero que aún así tiene mimbres para una gran temporada con el delantero brasileño Alexandre Pato, el centrocampista italiano Roberto Solano, el regreso de Denys Cheryshev o la cesión del colombiano Rafael Santos Borré (Atlético de Madrid).

El Valencia también ha vivido un convulso verano, con la salida de sus mejores hombres, como Alcácer, André Gomes, Álvaro Negredo, el argentino Pablo Piatti, el argelino Feghouli o Javi Fuego.

Las incorporaciones no están, en teoría, en sintonía. El extremo portugués Nani (Fenerbahce), el defensor francés Mangala, a préstamo por el Manchester City inglés, el extremo del Barcelona Munir El-Haddadi, el exatlético Mario Suárez (cedido por el Watford inglés) o el medio Álvaro Medrán y a ultimísima hora, casi con la campana, el central argentino Ezequiel Garay, procedente del Zenit de San Petersburgo, son las incorporaciones del nuevo equipo de Pako Ayestarán.

El Espanyol, impulsado por el grupo chino Rastar, ha realizado numerosas contrataciones y el Deportivo de A Coruña, próximo rival del Athletic en la liga, logró también a ultimísima hora el fichaje del delantero Joselu, procedente del Stoke City, para cubrir la importante baja de su goleador Lucas, traspasado al Arsenal por 30 millones.