Bilbao - Mikel Urrutikoetxea comenzó ayer la preparación específica para la defensa de la txapela del Manomanista de Primera del próximo día 29. El delantero de Zaratamo se ejercitó en el frontón Bizkaia de Bilbao, sede de la disputa contra el debutante Iker Irribarria, para “tomar contacto” con la cancha y mantener el hilo competitivo alcanzado hasta el momento con los dos encuentros que ha disputado de blanco dentro de la especialidad.
El todoterreno vizcaino, campeón en liza, estuvo acompañado por su botillero y consejero, Pablo Berasaluze, y por el técnico de Asegarce, José Ángel Balanza, Gorostiza, en una sesión que duró alrededor de “una hora y cuarto” y en la que el manista pudo desarrollar el aspecto técnico. “En estos entrenamientos intentamos hacer un poco de trabajo técnico porque lo importante es estar en la cancha”, concretó el pelotari enrolado en la promotora bilbaina, quien manifiesta que “las sensaciones han sido buenas. Las manos y el cuerpo están bien”. Abunda además Urrutikoetxea en que “jugué la semifinal el sábado y es el primer entrenamiento que hago, hay que intentar mantener las buenas sensaciones que tenemos”. Junto al experimentado pelotari de Berriz y al técnico riojano, Mikel incidió en algunos aspectos defensivos y en el trabajo de ataque y golpe. Así las cosas, en la hoja de ruta de Urrutikoetxea entra realizar “un par de entrenamientos” más, “andar” en la elección de material y después descansar.
El vizcaino tratará de mantener las costumbres que hasta el momento le han llevado a gozar de tres finales consecutivas y otras tantas txapelas. Y es que, a pesar del carácter distinto de un encuentro que se asoma trepidante por el eco mediático de la clasificación de Mikel y de Iker Irribarria, la contención y el mantenimiento de la tranquilidad es clave a estas alturas del Manomanista. “Queda tiempo para el partido contra Iker y no podemos forzar demasiado la máquina. La final está a la vuelta de la esquina y, con tan poco tiempo de preparación, no podemos hacer muchos milagros”, cuenta Urrutikoetxea. La suerte está echada y los trabajos, hechos.
De este modo, a diez días de la final más grande del año, los dos contendientes optaron por comenzar su preparación de forma muy distinta. El delantero vizcaino se decantó por no cambiar nada de anteriores citas similares y el zurdo de Arama, novato en estas lides, aceptó un encuentro de festival con Aspe el pasado martes en el frontón Municipal de Bergara. Él mismo admitió sobre el tapete negro guipuzcoano que “lo importante es que no ha habido ningún problema y hemos hecho buenos tantos. Así, me voy a gusto a casa”.