bilbao - ¿Cuál es su situación actual?

-Bueno... Comienzo mi último año en Moto3, el que menos kilómetros he hecho. Será duro pero interesante. Me hubiese gustado afrontar el año con más kilómetros, pero será un nuevo reto para nosotros el comenzar sin haber rodado.

Las lesiones por la caída del 10 de febrero -fractura del escafoides del pie derecho, quemaduras en el tobillo, sus ligamentos dañados, así como el tendón de Aquiles- apenas le han dejado rodar y a ello se sumó la climatología de la pretemporada.

-Con la lesión y el mal tiempo, en toda la pretemporada creo que he podido dar 18 vueltas sobre la moto.

El proyecto está verde.

-Es una situación complicada, difícil, pero no determinante. Pero podemos remontar. El campeonato es muy largo y lo que hay que hacer es seguir al 100% durante todas las carreras.

Deberá, más que nunca, apelar a su veteranía y experiencia con una moto -Honda del Leopard Racing- con la que, al menos, rodó en 2014.

-No es igual que la que piloté en 2014, pero la base es similar y hay igualdad en cuanto a características. Lo más positivo es que el equipo con el que trabajaré finalmente, tras haberme cambiado de mecánicos y luchar por ello, será el mismo de 2014, tanto mi técnico Norman Rank, como mis dos mecánicos. Y al jefe de mecánicos, Christian Lundberg, le conozco desde hace años y hemos querido que la relación durante el invierno haya sido lo más cercana posible y hemos estado pasando unos días juntos.

Más allá de las carencias en la puesta a punto de la máquina, ¿cómo se encuentra físicamente?

-Estoy bien. Me hubiese gustado haber podido trabajar más en la preparación, haber hecho más moto, pero el campeonato es largo y podemos seguir trabajando carrera a carrera e ir buscando nuestro ritmo.

Pero las lesiones están frescas. ¿Le condicionan a la hora de pilotar?

-Sobre la moto, no; cuando me bajo tengo molestias, el pié se me hincha, y la cicatriz está sensible y tengo dolor interno. Es una situación complicada, pero no decisiva al 100%. Si alguien pensaba que 2015 sería más fácil porque tres de los rivales más fuertes en el Mundial se han marchado, estaba equivocado. Será un año más difícil.

Le preocupa la falta de rodaje.

-No es preocupación, es una circunstancia que está ahí. Es importante rodar y llegamos sin hacerlo. Me hubiera gustado ir a Catar al 100% y luchar por la victoria, pero tenemos que llegar y hacer una pretemporada entreno a entreno. Desde casa no podemos marcar objetivos. Hay que ir muy paso a paso, lo que siempre hemos hecho, pero este año, más.

Los entrenamientos del Gran Premio de Catar los percibe como su minipretemporada.

-Luego, además, llegaremos allí y habrá bastante arena en pista. Los primeros entrenos serán delicados. Tenemos que tomarnos las cosas con calma. Vienen tres carreras muy complicadas, el Gran Premio de Catar (29 marzo), el de Austin y luego el de Argentina. Carreras importantes en las que tenemos que pensar que los puntos en juego serán importantes de cara al campeonato y que nos van a venir bien porque van a ser, digamos, los que más nos cuesten conseguir en todo el año dadas las circunstancias.

Al igual que le ha condicionado el mal tiempo en pretemporada por no asumir riesgos, a sus rivales también le ha trastocado los planes.

-Sí, pero no solo cuentan los entrenamientos IRTA, que han sido 9 días (con solo tres y medio rodados en seco), sino también los privados; para el equipo Monlau han sido cinco más.

¿Anímicamente vive afectado?

-Para nada. Son situaciones de la vida. Lo más importante es la adaptación al medio.

¿Qué le dejaría satisfecho en Catar?

-No sabemos dónde vamos a poder estar. En los entrenos estaba lejos de la cabeza, pero ¡oye!, quizás llego, encuentro las sensaciones buenas desde el inicio y puedo optar a más. No me voy a marcar ningún objetivo.

Para añadir optimismo: Losail es uno de los dos únicos escenarios en los que ha firmado dos podios en su carrera. ¿Le sirve de confianza?

-Está claro. Es un circuito en el que he logrado muy buenos resultados y donde generalmente he ido bien, pero hay que ver de los que somos capaces.

Hablando de plazos. ¿Cuándo confía en estar en plenitud para poder luchar por ganar carreras?

-En tres carreras. Tenemos que tomar las cosas con un poco de calma y trabajar para luchar a tope.

En el global de 2015, ¿el mermado inicio modifica sus expectativas?

-¡Buff! Es complicado valorar la situación así. Cuando tienes todo cogido por la mano y sucede un imprevisto puede suceder algo que no esperabas. Prefiero que haya pasado esto a principio de temporada que no a mitad de año tener problemas de otro tipo. Mi equipo es bastante solvente económicamente; tenemos una moto buena; tenemos un compañero como Danny Kent, con experiencia y que igual si pierdes el rumbo en algún gran premio, puedes encontrar la línea teniéndole de referencia... Tenemos cosas a valorar. Hubiese sido mejor rodar, sí, pero no nos va a volver locos del todo.

¿Confía en poder contrarrestar esa ternura del proyecto con sabiduría?

-Sí, sobre todo porque conozco a los mecánicos y la moto, aunque no al 100%, porque no es la de 2014, pero hay que encontrar ese punto.

Con 2014, su mejor año, las expectativas para 2015 se dispararon. Llegó a hablar de tratar de luchar por el título. ¿Puede ser campeón?

-Es complicado. Fue un gran año. Fui cuarto, algo con lo que a principio de año ni contábamos. Lo que hice fue aprovechar la oportunidad. Por ley de probabilidad, repetir o mejorar lo de 2014 será más difícil que, entonces, mejorar 2013, porque cuanto más arriba estás, más difícil es mejorar el resultado. Tenemos que hacer como el año pasado, ir carrera a carrera, terminarlas, coger los máximos puntos y luego veremos dónde estamos.

Pero a título personal, ¿se siente capacitado para ser campeón? ¿Es su meta inconfesable?

-Cada año estoy más preparado para la guerra. El año pasado me preparé muy bien física y mentalmente y este también; el año pasado tenía a un equipo de gente con muchas ganas de trabajar y está conmigo; estaba con un equipo con mucha ilusión pero no económicamente del todo bien y este año puede funcionar mejor. Pero cada año es una historia diferente. El año pasado, a Rins y Márquez, que parecían los pilotos a batir durante toda la temporada, al principio les costó. Luego empezaron a retomar el campeonato y este año, si nos ponemos a ver los tiempos, Antonelli o Kent están yendo muy rápido. Además hay pilotos muy jóvenes y rápidos. Será duro y difícil, pero ahí tenemos que estar.

¿Percibe en su entorno esa aplicación de una regla matemática en la que, habiendo emigrado los tres pilotos que quedaron delante suyo en 2014, figura como el mayor aspirante al título? ¿Siente ese compromiso, obligación o presión?

-No. La elección de quedarnos en Moto3 ha sido nuestra; la elección de decidirnos por este equipo, tras dar varias vueltas, ha sido nuestra. Me gustaría en mi último año en Moto3 poder cosechar el mejor resultado de todas mis temporadas. Eso está ahí, pero digo que será complicado porque cada año todo es más difícil. Yo no tengo ninguna presión. Hago esto porque me gusta y porque quiero.

Dice que la decisión de seguir en Moto3 es propia. ¿Es basada en el refrán que dice que es mejor ser cabeza de ratón que cola de león?

-Sí. Había opciones de ir a Moto2, pero es lo de siempre: presupuestos desorbitados en equipos sin material que no están a la altura del esfuerzo que tendríamos que hacer para encontrar el presupuesto. Propuestas descabelladas. No podíamos ponernos a buscar medio millón de euros para correr en un equipo que en 2014 estaba siempre por detrás del 15º.

El año pasado pudo oír que sus resultados llegaban por rodar con Honda; este permanece con Honda.

-Rodaba con una Honda igual que otros seis pilotos. Rins (3º en 2014) y Márquez (campeón en 2014) llevaban una Honda, y el año en que Rins estuvo con KTM (2013) luchó hasta la última curva por el título. De hecho, me habló de que rodaba mejor con la KTM. Es complicado valorar. Cada uno tiene sus gustos y nosotros trabajamos mucho y nos fue muy bien.

¿Posee una mayor predisposición de apoyo de la fábrica japonesa?

-Creo que el mismo. Me he lesionado y el piloto probador, por norma, ha sido Kent. Ha estado delante, en forma. Yo estoy contento. No podemos pensar eso. No estaríamos tranquilos.

¿El presupuesto le da garantías?

-Tuvimos problemas con los calentadores, tanto en Valencia como en Jerez, y mi caída pudo ser al 98% por ello, y el equipo no ha reparado en gastos. Eso se puede hacer este año. Y si hay que hacer algún entrenamiento privado porque se necesita, se hará.

¿Se siente el titular de Honda?

-No, es el equipo Monlau. Nunca seremos el oficial ni el número 1. La situación es esa y trabajaremos en base a ello. Honda me mirará con más cariño que el año pasado porque hice resultados buenos, pero hasta ahí. Hay más cosas detrás de las carreras y debemos seguir nuestro camino, sacar el máximo de lo que se tiene.

Perseguirá ese rol en pista.

-Sí, pero por estadística deberíamos ser el número 1, pero eso dura hasta el día en que un piloto queda por delante tuyo. Ganar la confianza cuesta; perderla es cuestión de segundos.

¿Quiénes son fuertes este año?

-Espero grupos de 12-15 pilotos.

Citas más compactas que en 2014.

-Sí, pero también se romperán, por toques y sustos. Se irá todavía más al límite y se verán incluso más errores.

No desembucha nombres.

-No voy a dar minutos de gloria a ninguno porque son demasiados y no quiero desmerecer a nadie y dejarle fuera de una lista que será grande.

¿Hace algo para motivarse?

-Mi motivación es que es mi último año en Moto3 y quiero hacerlo bien.

¿Qué confianza le da su equipo?

-El año pasado me sorprendí de encontrar a mi segunda familia en Alemania. Gente con la que he trabajado muy a gusto. Estoy muy contento de poder contar con ellos este año.

¿Qué mensaje le trasladan?

-Que la situación es la que es, que tenemos experiencia, ganas y pasión, que tenemos que luchar olvidando todo lo anterior. Esta una historia nueva. La escribimos desde cero.

¿Le presionan con exigencias?

-Sería la mayor idiotez, generaría tensión. Saben que lucharé por dar el 100%. Vieron que no podía caminar y quise subir a la moto. Ellos me pararon. ¿Qué presión te van a meter si ven que no puedes caminar y ya estás tratando de subirte a la moto?