DEIA se suma a la aventura del Dakar
Este periódico arropa a Txomin Arana en su apuesta por convertirse en el primer motociclista vasco en acabar el rally más espectacular del mundo
BILBAO
Da igual que se traslade de un continente a otro, que los coches, motos, quads y camiones bailen sobre las amenazantes dunas del Sáhara o sobre el árido desierto de Atacama. Al Dakar siempre le perseguirá la mística de ser el rally más difícil e importante del mundo. Es un desafío que mantiene el encanto de los aventureros de otro siglo. Es competición, es un pulso contra otros pilotos y otros vehículos, pero sobre todo es una lucha entre el hombre y un entorno hostil. Un envite que pone a prueba la tenacidad y la capacidad de sacrificio del hombre y la máquina ante la naturaleza. Un vizcaino, Txomin Arana, se ha convertido de la noche a la mañana en la punta de lanza de un proyecto que le quiere convertir en el primer piloto vasco que consigue completar un Dakar en la categoría de motos. El de Ereño, con solo 27 años, arrancará el 5 de enero dispuesto a volar sobre la tierra de Argentina, Bolivia y Chile para culminar un sueño al alcance de unos pocos elegidos. DEIA colabora con su equipo, Basque Country GOR Sport, y realizará un especial seguimiento de su trabajo en las próximas semanas.
La trigésimo quinta edición de la carrera de rally raid más exigente del mundo se celebrará entre el 5 y el 18 de enero, pero antes hay mucho que contar. DEIA repasará los detalles del arduo camino que debe recorrer un piloto y su equipo para preparar esta prueba en todos los sentidos. La financiación, la búsqueda de patrocinadores, la negociación con equipos de asistencia, los entrenamientos físicos, psicológicos, la formación en aspectos de navegación y seguridad y, por supuesto, la preparación de una moto capaz de superar semejante reto. Completar las trece etapas del Dakar suponen una lucha titánica, pero los meses anteriores no lo son menos.
Txomin Arana se encontraba ayer en tierras francesas. Cumplía con un paso indispensable para estar la víspera de Reyes en la línea de salida. En el puerto de Le Havre, Normandía, se aseguraba de que su moto y parte del material necesario para el Dakar embarcaban hacia Argentina: "Todo ha ido sobre lo esperado. Ya hemos embarcado la moto y el material y ya va todo para allí". Si todo va sobre lo previsto, la moto del vizcaino llegará a su destino el 28 de diciembre.
El germen de la idea
El piloto de Ereño cuenta con muchos años de experiencia en motocross y enduro, pero la idea de participar en el Dakar no se sembró en su mente hasta hace relativamente poco. "Surgió a principios de este año, en enero, cuando se estaba disputando el Dakar 2013. Los miembros del equipo me dijeron que estaban valorando la opción de ir al Dakar y me preguntaron si yo estaría dispuesto a ir. Yo les dije que sí sin pensármelo mucho. Luego ha ido todo hacia delante, ha ido evolucionando, y yo la verdad es que tampoco pensaba que pudiésemos ir de sopetón este primer año", explica el propio Txomin Arana, "la organización te tiene que admitir para correr, no vale con decidir que quieres ir. Nos admitieron en el mes de julio. Yo no me lo esperaba y cuando me mandaron la carta de que estaba admitido me quedé muy contento".
El vizcaino se ha exprimido en los últimos meses para llegar en las mejores condiciones posibles, pero reconoce que el reto es muy complicado: "Sigue siendo el rally más importante del mundo. Va a ser muy duro, vamos a sufrir mucho". El Dakar "es muy peligroso" y exige el máximo de concentración en cada segundo: "El desierto tiene muchas trampas porque hay agujeros o ríos que no se ven. Cuando vas en la moto no ves muchos obstáculos de los que te encuentras. Hay arroyos o socavones que no los ves hasta que estás dentro y hay que estar muy al loro en todo momento. Te puedes hacer mucho daño. Llevas mucha velocidad y hay que ir leyendo muy bien el roadbook para estar atentos a todos los obstáculos y peligros que en él están marcados porque si te saltas uno te puedes matar".
En esta prueba lo habitual es encontrarse a pilotos veteranos, pero el de Ereño no ve un handicap en sus escasos 27 años: "Más que la edad, la desventaja es la falta de experiencia. Hay gente que ha participado en muchas ediciones del Dakar y tienen mucha experiencia pilotando en las dunas y en todos los obstáculos que puede presentar el desierto. Yo he tenido la oportunidad de estar 15 días pilotando en Marruecos y he aprendido muchas cosas. Notaba que cada día estaba aprendiendo cosas nuevas. Creo que si tienes la oportunidad de estar un mes, llegas a aprender mucho más. A esta carrera, a esta edición del Dakar, voy a aprender".
Si el día 18 llega a la meta de Valparaíso, Txomin Arana marcar un hito en el deporte vasco: "Ja, ja, ja... ¡Eso me han dicho! Que sería el primer piloto vasco en terminar el Dakar en moto. Para mí lo importante es terminar la carrera. Ya sea el primer vasco o el tercero, me da igual. Terminar el Dakar es una victoria para mí".
La cuenta atrás sigue inexorable y se encuentra a 25 días escasos de que inicie su primera incursión en una prueba legendaria. Txomin parece estar tranquilo y, aunque reconoce que siempre se pueden mejorar cosas, espera que el trabajo de muchos años dé ahora sus frutos: "Sí que vamos un poco justos porque tampoco hemos podido probar mucho la moto. Pero ya está, ya la hemos embarcado, así que vamos con lo que hay. Ahora, en lo que me queda de tiempo, voy a entrenar la altitud para acostumbrar al cuerpo a estar en altura. Iré unos días a entrenar con el roadbook a los Monegros y poco más. Ya no me da tiempo para más".