bilbao. En enero de 1987, Arvydas Sabonis jugó su único partido en Bilbao. El Zalgiris Kaunas se enfrentó al Cajabilbao en La Casilla en un amistoso que sirvió para festejar el ascenso del conjunto azul a la Liga ACB. El pívot lituano era entonces la gran estrella del baloncesto europeo junto a Drazen Petrovic, poco antes de que las lesiones empezaran a mermar sus grandiosas facultades. 27 años después de aquel partido que los más veteranos aficionados de Bizkaia aún recuerdan, otro Sabonis jugará mañana en Bilbao. Domantas, hijo pequeño del gigante lituano, ni siquiera había nacido. Lo hizo el 3 de mayo de 1996 por lo que las hazañas de su padre las conoce casi de oídas. Sin embargo, el pequeño de la saga Sabonis se ha anotado su particular récord esta temporada ya que ha sido el más joven debutante en la ACB en toda la historia del Unicaja y uno de los más precoces de esta temporada que ha abierto las puertas a un montón de chavales.

Domantas nació en Portland donde Arvydas dio lecciones durante siete temporadas a la gente de la NBA, pero se integró en la cantera del Unicaja cuando la familia decidió instalarse en Torremolinos una vez retirado el progenitor. El chico, que tiene la doble nacionalidad lituana y estadounidense, brilló el verano pasado en el Europeo U18 con la selección de Lituania y Joan Plaza no ha dudado en darle la oportunidad de llegar al primer equipo, pese a que Domas, como se le llama en Málaga, aún está en edad junior. Uno de sus entrenadores debería ser Paco Vázquez, exjugador del Bilbao Basket que ahora ejerce de ayudante en el equipo de esa categoría del Unicaja, "pero no ha hecho aún ningún entrenamiento con nosotros".

Eso significa que Domantas Sabonis tiene nivel como prueba los diez minutos de media en la Liga Endesa y doce en la Euroliga que le está dando su entrenador en el primer equipo "porque se los está ganando y nadie le va como un chaval que empieza". Plaza solo hizo buena "una decisión muy meditada dentro del club". "Él tiene unas condiciones espectaculares. Aún tiene que hacer muchas cosas para llegar a ser un jugador importante, pero tiene su hueco, está cumpliendo su papel y está aprovechando sus oportunidades, juegue más o menos", analiza Paco Vázquez.

El jugador lituano tiene una planta extraordinaria con sus 2,08 metros, ideales para la posición de cuatro, y lo más importante, una cabeza "muy bien puesta", según cuenta Vázquez, para soportar las expectativas y el peso de un apellido mítico. Aunque el club le quiera mantener, de momento, alejado de la presión mediática, el chico "tiene una mentalidad muy buena". "Trabaja y habla lo justo porque sabe donde está", destaca el ahora técnico del equipo junior. "Aún no tiene una opinión formada de muchas de las cosas. Y recibe muchas presiones de muchos lados: familiares, del club, las suyas propias, del entrenador cabezón que tiene...", añade Joan Plaza.

La presencia dentro del propio club de Tautvydas, el segundo de los hermanos que juega en el vinculado Clínicas Rincón y también "es un chico muy centrado, aunque más bromista", ayuda al desarrollo de Domantas, lo mismo que su educación de la que se encargó principalmente Ingrida, la madre, por los abundantes compromisos del padre. "Él ha tenido una educación muy maternal. Arvydas ya estaba retirado cuando ellos empezaron a jugar. Saben que su padre ha sido un grande del baloncesto, pero lo tienen asumido de forma natural", explica el exjugador ibicenco.

interés de la ncaa El pequeño de los Sabonis tiene ficha con el equipo de la Adecco Oro, con el que la pasada campaña disputó 31 partidos, y no cobra porque eso le impediría incorporarse a una universidad americana, una posibilidad que la familia contempla. Domantas ha recibido ya el interés de algunos centros prestigiosos, pero la apuesta que por él ha hecho el Unicaja le ha colocado en la encrucijada de tener que elegir entre el profesionalismo y el camino que seguiría cualquier chico de su edad en Estados Unidos. En este sentido, Paco Vázquez considera que Domantas está "muy bien asesorado. Por eso, cualquiera que sea la decisión será bien recibida por cuentos le rodean, tanto en su familia como en el club".

La preocupación en el seno del Unicaja es que Domantas Sabonis no se desvíe del camino, o no le hagan desviarse de él intereses ajenos, y por eso todos sus compañeros tratan de protegerle. "Está estresado, no tanto porque juega en el primer equipo, sino por todo lo que tiene alrededor. Quiere agradar a todo el mundo", señaló Joan Plaza recientemente en un reportaje para Eurosport. El técnico catalán, que ha manejado mucho material joven en su carrera, sabe que las prisas no son buenas consejeras. "Puede acabar siendo un cuatro muy polivalente, con alguna dote de cinco y con capacidad para hacer el tres. Pero ahora, sobre todo, hay que hacer que se divierta", asegura.

Curiosamente, en la cantera del Unicaja también aparece otro apellido muy conocido. Mark Tikhonenko, de 15 años, juega en uno de los equipos cadetes. Y sí, es el hijo de Valery, fantástico alero de la antigua Unión Soviética que jugó en Málaga al final de su carrera y antes había sido compañero de Arvydas Sabonis en aquella enorme selección y en el Fórum Valladolid, donde trabaron una gran amistad. Ahora los hijos visten también la misma camiseta en busca de una sucesión probablemente imposible.