Bilbao

Este domingo la Herri Krosa será una fiesta para cerca de 9.000 deportistas, pero una veintena de los participantes recorrerá las calles de Bilbao para poner la guinda a seis semanas de duro trabajo. Serán los alumnos del instituto de Educación Secundaria Miguel de Unamuno de Bilbao, que han decidido participar en el proyecto planteado por Santi Agirre y Jon Mikel Aretxaga, sus profesores de educación física.

"Hemos estado aprendiendo cómo se trabaja la resistencia y lo han hecho con una práctica real", explica Santi, "para ello hemos puesto un objetivo concreto: ir a la Herri Krosa y acabarla. Más o menos hemos fijado el objetivo de que todo el mundo la termine en una hora. Habrá algunos que la terminen en 47 minutos y otros que tardarán más". Es la cuarta vez que ponen en marcha esta iniciativa y parece que cada vez tiene más éxito entre los alumnos de segundo de bachiller: "No es algo obligatorio. Al ser una carrera que se desarrolla fuera del horario escolar, es algo optativo. Terminen o no la Herri Krosa, el trabajo que se ha realizado durante estas semanas ahí queda. Cada año ha ido aumentando el número de alumnos. El primer año fueron cinco, el segundo ocho, en 2012 fueron una docena y este curso se han apuntado casi 20 alumnos".

Ahora, con la carrera a unos pocos días, los alumnos comienzan a sentir el hormigueo de quien va a poner en práctica todo lo trabajado. Madalen Uribe y Paula García son dos de las alumnas que han decidido aceptar el reto y no están por la labor de echarse atrás en el último momento: "Hemos estado preparándonos en las últimas semanas y ahora nos parece que, con todo el esfuerzo que hemos hecho, tenemos que demostrar que ha servido para algo".

Guiados por sus profesores, han completado un programa de trabajo que ha requerido algún que otro sacrificio: "Los entrenamientos han sido muy duros. Además, los hemos hecho en horario de clase y al terminar había que ir a otra asignatura. Ha sido una lata porque unos días hemos entrenado con lluvia y al siguiente con un calor horroroso".

Esperan poder llegar a meta "por la mitad" de los 9.000 inscritos y prometen que no tomarán atajos para recortar el recorrido: "No hemos participado nunca. Ya que lo hemos preparado, queremos llegar a meta. No atajaremos entre calles. Si hace falta, acabaremos andando, pero seguiremos el recorrido de la prueba".