BILBAO. La lesión, ocurrida el 28 de abril, no paró a Pablo Berasaluze. El berriztarra es un hombre que vive la pelota y apenas unas semanas después de la fatídica final del Parejas ya estaba trazando planes con Urrutikoetxea, para el mano a mano, y con Elezkano II, sobre cómo colocar los tacos. El veneno de la pelota recorre su inquieto cuerpo. Ya ha pasado lo peor, es positivo y está trabajando bien para volver al nivel en el que estaba antes de romperse.

A estas alturas, ¿cómo está?

Bien, la verdad es que ya he hecho unos cuantos entrenamientos e igual sí que me falta un poco de fuerza en la pierna que me operaron -la izquierda-, pero la verdad que todo va bien. Estoy entrenando bien, a gusto, sin ningún dolor. Quizás me hace falta el ritmo competitivo, pero eso lo dan los partidos. Entrenando estoy muy a gusto y sin problemas de ningún tipo.

¿Perdió mucha masa muscular después de la operación?

La verdad es que sí. Perdí mucho. Comparabas las dos piernas y la izquierda era la mitad. Cuando me quitaron la escayola y empecé a pisar había perdido todo el músculo. Al principio sí que notaba que no tenía fuerza. Cuando me quitaron la bota fue mucho mejor.

¿Fue complicado recuperar todo ese músculo en la pierna izquierda?

Han sido muchas horas de rehabilitación, de bici y también hacía una máquina en Gasteiz para fortalecer. La verdad que sí, que he tenido que trabajar durísimo para ponerme bien. Metía al día entre tres y cuatro horas. Con todo ese trabajo, aún no la tengo como la otra pierna. Poco a poco, recuperará el tono.

El hecho de ponerse los tacos, llegar al vestuario, hacer la mochila..., uno lo llega a echar de menos, ¿no?

Pues sí. Los primeros meses fueron duros. Verte que has jugado durante quince años, que no has tenido nada y de repente verte sin nada, sin poder jugar, sin poder estar con los compañeros... Al final se hace duro. El primer día que volví al frontón me volví a sentir bien, me volví a sentir pelotari y es lo que queremos todos, salir cuanto antes. He tomado las cosas con tranquilidad, bastante bien y gracias a eso han salido las cosas bien.

Han pasado cinco meses y la reaparición está a la vista, ¿como han pasado, se han hecho largos?

Cortos no se me han hecho. Cuando hemos estado jugando otros años, el verano se me pasa rapidísimo. Este verano sí que se me ha hecho más largo de lo normal, pero la verdad que he estado bien, he podido ir a ver muchos partidos y a las ferias. Dentro de lo malo, he estado metido en la pelota y muy a gusto.

Mucho no ha desconectado.

No. Bien en los frontones o bien en casa, he seguido casi todos los partidos. La verdad que para mí la pelota lo es todo.

Fíjese que antes de la final del Manomanista de Segunda, Elezkano comentó que le había enseñado a ponerse los tacos de una manera distinta. Ha estado muy presente en el mundo manista.

Con Danel me encontré en Gasteiz un día y andaba con problemas en la mano. Yo le dije una forma de poner los tacos y me llamó para decirme que había acertado. Yo estoy aquí para jugar a pelota, pero si puedo ayudar a los chavales, y si son de Bizkaia, mejor. Estoy encantado de ayudar con lo que sé.

Volviendo a la lesión, ¿cómo fueron las dos semanas después de la final del Parejas?

Fueron duras. Antes de operarme tenía mucho miedo. No me había operado nunca y meterme en un quirófano era nuevo para mí. Fueron momentos difíciles. Tenía que estar mucho tiempo parado y le das muchas vueltas a la cabeza. Desde que entré en la habitación del hospital en Gasteiz y llegó Mikel Sánchez, él me tranquilizó mucho y, sabiendo lo que tenía, lo he ido tomando todo lo mejor posible y las cosas han ido bien. Mikel se ha portado de 10 conmigo, su hija Itxaso también ha estado muy encima de mí, los fisios se han portado muy bien y han hecho un trabajo superbueno. Gracias a ellos también estoy aquí. Es de agradecer el apoyo que he tenido. Bien recuperando o bien anímicamente siempre han estado muy encima, apoyando. Les tengo mucho que agradecer a Mikel, a Iñigo Simón, a Itxaso y a los doctores.

La lesión, además, ha sido mediáticamente muy importante, ¿cómo ha llevado eso?

Lo he llevado bastante bien. La gente se ha preocupado por mí. Mucha gente me venía diciendo que qué pena. Y tener el apoyo de toda esa gente, que te vayan preguntando qué tal vas, qué tal estás, para un pelotari es bonito. He sentido mucho cariño de la gente durante todos estos meses y gracias a eso he salido adelante. Te da apoyo.

La gente tiene ganas de verle en acción.

Es buena señal. La gente pregunta y te quiere ver. En la calle, en los frontones, en las redes sociales, la gente me está venga a preguntar y me gustaría agradecer el apoyo, la atención, de la gente pelotazale.

De los momentos malos, uno siempre saca un aprendizaje, ¿qué ha aprendido de la lesión?

Aprender no sé, la verdad es que la vida me ha dado muchos golpes y se aprende de todo. No había tenido nunca una lesión de estas, por suerte he salido bien y saldré fortalecido de todo esto que he pasado. Si me respetan las lesiones y el cuerpo me aguanta, creo que saldré bien a jugar. Sales fortalecido de todas estas cosas. Son momentos duros que pasas, pero que te pueden hacer bien. Sentir todo el cariño es un gran apoyo para un deportista, para mí eso ha sido muy grande.

Supongo que ahora disfrutará la pelota de otro modo.

Después de una lesión de estas, lo que todo pelotari quiere es recuperarse. Yo tengo unas ganas tremendas de salir. Son momentos duros que hay que pasar y ya están pasados. Ahora lo que hay que centrarse es en jugar y entrenar duro para dar el mejor nivel.

Respecto a los movimientos, ¿algún problema en la zona?

Desde el primer día está muy bien. Entrené en Iurreta. Vino Itxaso, la fisio, y el médico y se quedaron asustados por cómo me movía. Fue todo muy bien.

¿Necesita algún cuidado especial la zona dañada del tendón de Aquiles?

No. Entreno normal. Me canso más porque son muchos meses sin correr, sin andar por el monte, y era algo que hacía a diario. Al principio noté cansancio y todavía lo noto. Los primeros partidos lo notaré también. Toca entrenar y hacer físico. Pasé consulta con Sánchez, me dijo que estaba perfecto y poco a poco toca entrenar más.

En agosto tuvo un momento complicado con la recuperación, ¿no?

Sí. Pasé momentos malos con una medicación que no me hizo bien después de una pequeña infección. Pasé momentos duros y ahí estuvo mi familia. Tengo mucho que agradecer a Iñigo Simón, a Josetxu Areitio, a su familia y a la mía. Todos me apoyaron un montón.

¿Tiene ganas de que dejemos de preguntarle sobre la lesión? Sería buena señal...

Da igual. Lo más importante es que salga todo bien. No hay problema. La lesión está curada, estoy contento y aún estoy esperando a salir. Cuando diga Asegarce, saldré. Y estaré muy a gusto de estar con los compañeros, en los vestuarios y jugando. A ver si cogemos el nivel.

¿Uno de los factores para poner fecha de regreso es la seguridad? Para no precipitarse.

No me he precipitado en ningún momento. Sí que cuando empecé a andar me decía "¿Ya podré yo volver a jugar a pelota?". Tenía la zona muy dura, no tenía casi movimiento. Me decía eso, pero los fisios han hecho una labor de 10 y, con todo lo que he trabajado, me he puesto bien.

¿Ya le corre el veneno de vestirse de blanco por dentro?

Sí. Pero también tengo un poco de miedo. Miedo no, igual nervios al salir el primer día. Hay que intentar tomar las cosas lo más tranquilo posible. Me faltan partidos para ponerme poco a poco a tono y a ver cómo vamos progresando.

¿Con qué se queda de estos meses?

¿Desde que jugué la final? Me quedaría con el cariño que he recibido de toda la gente. Para mí ha sido muy grande. El día de la final es un día que nunca voy a olvidar. Toda esa gente que se ha preocupado por mí ha sido lo más grande, como si hubiera ganado una txapela.

¿Qué sensaciones tiene con su reaparición en el horizonte?

Jugando a pelota me siento bastante bien. A la hora de rematar y a la hora de defender me encuentro mejor de lo que pensaba. La verdad sí que he jugado partidos en entrenamientos y, cuando el partido se alarga y jugamos a mucho ritmo, noto cansancio. Pero es lo normal, llevo mucho tiempo parado. Lo recuperaré con el tiempo.

¿Tiene el Cuatro y Medio en mente?

Es un campeonato que me gustaría jugar, pero lo veo complicado. Es una distancia que me gusta, que siempre me ha gustado. El año pasado hice el mejor Cuatro y Medio desde que llevo jugando a pelota, pero este año lo tengo muy difícil para jugar. Todavía no hay nada cerrado, pero lo tengo muy difícil porque apenas tengo tiempo para prepararlo bien. Después de una lesión, hay que tomar las cosas con tranquilidad.

Paciencia.

No hay que precipitarse. Si no jugara sería una mala noticia para mí, pero hay que seguir entrenando. Está el Parejas ahí. Si no jugase el Cuatro y Medio, miraría al Parejas.

Ha visto el verano desde la barrera, ¿cuál es su análisis?

Ha habido partidos grandísimos. En esta última feria ha habido pelotaris jóvenes que han subido mucho y que han demostrado que tienen sitio ahí arriba. Eso es importante para la pelota. Como Mikel Urrutikoetxea, que ha hecho un torneo de Lekeitio muy bueno y en San Mateo ha jugado muy bien en parejas y en el mano a mano. Yo venía diciendo que Mikel iba para arriba y creo que es una cosa muy buena para la pelota. Ha subido mucho y se está haciendo un hueco para estar con los mejores. Idoate, por otro lado, ha hecho un gran San Mateo, lo ha hecho muy bien. Y Elezkano II hizo un gran partido el sábado. Es bonito. Son contrarios míos, pero es bonito. Yo deseo lo mejor a todos, aunque sean contrarios. Y para la pelota vizcaina es bueno. A mí no me queda mucho tiempo y tienen que venir pelotaris vizcainos. Es bueno que tanto Danel como Mikel estén ahí. Urruti está para jugar ya con los mejores y Elezkano, con el tiempo, estará. Es ilusionante y pueden hacer cosas grandes.

Sin olvidarnos de Albisu ni de Beroiz entre los jóvenes.

Beroiz ha cuajado un verano muy bueno. Quizás al final del verano se le veía un poco cansado, pero ha jugado un verano buenísimo: muy seguro, muy bien, dándole a la pelota como nunca le había visto... Y Jon Ander ha madurado mucho. Se le ve muy tranquilo en el frontón y es un zaguero con el que es una gozada jugar. Le da como el que más y da confianza como nadie. Me alegro un montón por él porque le aprecio un montón.

En el caso de Jon Ander, el Parejas acabó enseñándole mucho.

Sí. En el Parejas tuvimos bastante guerra con los medios en el caso de Jon Ander. Poco a poco le ha venido bien. Yo, en ese sentido, estuve con él siempre a muerte, le apoyé y a toda esa gente que le criticaba se le ha vuelto todo en contra. Ahora, Albisu da mucha garantía y es uno de los mejores zagueros. No es el de antes, que perdía una o dos pelotas y se ponía nervioso. Ahora está más centrado y le noto mejoría, está más asentado. Me alegro mucho por él, porque se lo merece.