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El día grande de Roman

Mikel Astarloza brilla antes de que Kreuziger supere a Alejandro Valverde

El día grande de RomanAFP

bilbao. Roman Kreuziger, ciclista checo del Saxo-Tinkoff, consiguió ayer en Holanda su triunfo más importante como profesional al vencer en la Amstel Gold Race. Con un final de carrera poderoso, el compañero de Alberto Contador consiguió imponer sus piernas a las de Alejandro Valverde, quien fue segundo al atravesar la meta de Valkengurg con 22 segundos de retraso, el mismo tiempo que el australiano Simon Gerrans, el ganador de la primera etapa de la última Vuelta al País Vasco. Phillippe Gilbert, el campeón del mundo, tuvo que quedarse fuera del podio, ya que terminó cuarto.

La 48ª edición de la Amstel Gold Race unía ayer las ciudades holandesas de Maastricht y Valkenburg a través de un recorrido de 251 kilómetros. La prueba no tardó en agitarse al de poco de dar la salida con una escapada en la que estaban el Euskaltel Mikel Astarloza, los belgas Johan Vansummeren, del Garmin, Arthur Van Overberghe, del Topsport, y Tim De Troyer, del Accent.jobs y el moldavo Alexander Pliuschin, del IAM. Minutos más tarde, tras unos quince kilómetros, se les unió el también belga Klaas Sys, del Crela, y el francés Nicolas Vogondy, del Accent.jobs.

El pelotón dejó hacer y eso provocó que los fugados consiguieran tener a su favor una ventaja máxima de once minutos sobre el pelotón. Fue entonces, a 100 kilómetros de la meta, cuando Movistar y Katusha empezaron a trabajar para que la brecha no alcanzase tintes insalvables.

Pero en el grupo de cabeza todavía no estaba todo dicho. A falta de 45 kilómetros para el final, Astarloza aprovechó un llano antes del Kruisberg para lanzar un ataque. Su envite en solitario cuajó y consiguió convertirse en la cabeza de la carrera.

Casi al mismo tiempo, por detrás, el catalán Joaquim Rodríguez, del Katusha, sufrió una caída que dejó su cuerpo magullado. El ganador del World Tour de 2012 intentó seguir sobre su bicicleta, pero los dolores en una pierna le obligaron finalmente a abandonar la carrera. Otro que tampoco llegó a la meta fue Thomas Voeckler. En esta ocasión, los médicos del equipo Europcar anunciaron que sufría una fractura de clavícula.

protagonista naranja Mikel Astarloza se convertía entonces en el protagonista de la carrera. El guipuzcoano huía de un pelotón en el que se terminó formando un quinteto de perseguidores. En la penúltima ascensión al Cauberg, Astarloza empezó a flaquear. Su ventaja empezó a mermar, pero su valentía venía a redondear la semana de Euskatel-Euskadi. Su buen papel en la carrera holandesa y las dos victorias en la Vuelta a Castilla y León demuestran que el equipo ha querido reaccionar tras una discreta Vuelta al País Vasco y el positivo de Alexander Serebryakov.

A falta de 17 kilómetros, Kreuziger puso ritmo a los perseguidores para neutralizar a Astarloza. Todo ello contribuyó a que a falta de 13 kilómetros para la meta, se formase una fuga consistente tras diversos ataques en el pelotón. Los escapados desde ese punto fueron Grivko, Nordhaug, Astarloza, Tanner, Weening, Caruso, Marcato y Kreuziger. Cuando quedaban 7 kilómetros atacó el propio Roman Kreuziger, que llegó al Cauberg con una renta de 30 segundos sobre el pelotón.

A los pies del Cauberg, el campeón del mundo, el belga Phillippe Gilbert del BMC, atacó, seguido por el australiano Simon Gerrans y Alejandro Valverde. El murciano tuvo paciencia y dejó escapar unos metros a Gilbert, pero reaccionó con contundencia y dejó atrás al australiano y al ciclista del maillot arcoíris. Gilbert, que había ganado esa carrera en 2010 y 2011, se quedó esta vez fuera del podio.

Valverde no tuvo tiempo suficiente para dar caza a un Roman Kreuziger que completó los últimos metros con un ritmo demoledor. El checo, ganador de la Vuelta a Suiza en 2008 y del Tour de Romandía en 2009, se impuso así en solitario y Alejandro Valverde acabó segundo, a 22 segundos. El podio lo completó Gerrans.