MILAN. El equipo azulgrana regresa a Barcelona con el marcador a cero, lo que hará muy difícil el encuentro de vuelta, y vuelve a marcharse de Milán, como hace dos años cuando jugó en las semifinales contra el Inter, con un gol en contra muy dudoso, el primero que marcó el Milan, en que Zapata tocó el balón con las manos antes de que marcase Boateng.

Un año después de haber conseguido la última victoria en Europa en su estadio, el Milan sacó petróleo de un partido que partía poco menos como un cordero que se dirigía al matadero.