Bilbao. La vinculación entre Nikos Pappas y el Bilbao Basket va a terminar de mala manera. El jugador griego ha anunciado su intención de acudir al Tribunal Arbitral de la FIBA para resolver la ruptura del contrato que le ligaba por cinco temporadas con la entidad bilbaina. El Bilbao Basket decidió rescindir de forma unilateral y por incumplimiento, tras el oportuno expediente disciplinario, ya que el jugador no atendió a un par de llamadas que se le hicieron para presentarse en la capital vizcaina y ponerse a las órdenes de Katsikaris mientras esperaba otro destino para su carrera.
En cambio, Pappas entiende que la finalización del vínculo no es legal y ha decidido acudir a esa instancia judicial para, además, reclamar 500.000 euros que, según el, el Bilbao Basket le adeuda por las dos últimas campañas en las que el escolta jugó como cedido en el Kolossos Rodas de su país. El Tribunal Arbitral, con sede en Suiza, tendrá que decidir antes de final de temporada sobre este contencioso y determinar si el jugador griego tiene razón o no en sus reclamaciones y, en su caso, la cuantía que el Bilbao Basket tenga que pagar. Por de pronto, Pappas debe abonar unos 5.000 euros para abrir el proceso.
Al margen de esto, el Bilbao Basket se ha visto envuelto en un lío de incierto final por un jugador que no ha vestido ni un segundo su camiseta ni en partidos oficiales ni amistosos, como algunos pronosticaron cuando se le fichó. Nikos Pappas, uno de los jugadores más brillantes de la generación de 1990 en su país, fue vendido como una apuesta de futuro, pero por unas cosas o por otras nunca ha recibido una oportunidad en Bilbao y acaba de firmar por el PAOK Salónica tras varios meses sin equipo.