Donostia. Sergi Vidal se ha convertido en una de las piezas claves del Lagun Aro GBC que dirige Sito Alonso. No en vano, el alero catalán es el tercer jugador con más minutos en la Liga Endesa con 33,26 de media por partido. Su experiencia y juego global ha ayudado a los donostiarras a sumar cuatro victorias consecutivas que les han permitido saltar hacia la zona media de la clasificación y soñar con disputar la Copa. "Mientras tengamos opciones lucharemos al máximo y seremos lo más ambiciosos posible. Si tenemos una mínima posibilidad, el equipo luchará. Es una de las ilusiones que tenemos todos, pero como hemos hecho en todo momento, no nos vamos a presionar ni nada", señala Vidal, que nunca se ha perdido el atractivo torneo de mitad de temporada.
La reacción del Lagun Aro ha dado la vuelta a un mal inicio de temporada, un 2-8 de balance que llevó al equipo a puestos de descenso y a sembrar la preocupación en su entorno. El último triunfo ante el Cajasol, logrado a tres segundos del final, levantó la euforia en Illunbe que ahora empieza a creer en su equipo. Sergi Vidal explica que el Lagun Aro juega ahora "casi por inercia". "El entrenador es nuevo, casi todos los jugadores también, y eso necesitaba un proceso, que a veces tarda un poco más de lo que la gente espera o de lo que tú mismo quieres. Pero cada vez nos vamos sintiendo más cómodos dentro del equipo, nos conocemos mejore y sabemos qué espera el entrenador de nosotros", añade.
No obstante, el Lagun Aro "aún tiene muchísimo que mejorar y que trabajar" para mantener su posición en la tabla. "Ganar o perder un partido te puede hacer subir o bajar mucho. Hasta que no se consiga romper un poco la Liga seguirá siendo así. Tenemos que intentar luchar para que cuando se produzca estemos en el grupo de arriba", advierte el exjugador del Joventut, el Caja Laboral y el Real Madrid.
Acostumbrado a militar en conjuntos del máximo nivel en los que "ganar es lo habitual y lo que todo el mundo espera", Sergi Vidal disfruta ahora de las victorias de otra forma porque "son más sufridas y prácticamente cada partido es una final. Si encima es reñido como el último, el público está tan metido y ganas como ganamos, pues se valora todavía más". Además, después de dos campañas aciagas en Madrid, ha vuelto a sentirse protagonista del juego y ha recuperado la confianza.
Las aspiraciones de entrar en la Copa del Lagun Aro pasan por imponerse al Gescrap Bizkaia en Bilbao donde no lo logró en ninguna de sus cuatro visitas anteriores. "Cada temporada es diferente y los números están para romperse", recuerda Vidal, que libró algunos derbis muy intensos cuando militaba en el Baskonia. Ahora, con la camiseta del conjunto guipuzcoano, el catalán puede sumar otra muesca victoriosa en los duelos entre vecinos.