El parquing de la playa de Atxabiril se ha convertido los últimos años en una camping de caravanas encubierto. Cuando empiezan los primeros rayos de sol empiezan a asentarse foráneos de todas las partes del planeta que disfrutan de un entorno paradisíaco a un coste asequible. En realidad solo pagan el dinero de la OTA por jornada, 8 euros, y pueden hacer uso de los baños públicos y las duchas de la playa e incluso utilizan las fuentes públicas para poder lavar sus ropas o sus cubiertos. Como siempre el civismo no siempre acompaña este modo vida al aire libre que en sí pareciera que debían llevar en el ADN de los que lo practican el máximo respeto. Es por eso que SOS Atxabiril se ha erigido en protector de este entorno en el que denuncia algunas actitudes poco propias de quienes llevan un tipo de vida teóricamente amante de la naturaleza y el aire libre. En uno de los últimos vídeos se puede ver a una vecina que pide explicaciones a una de estos campistas improvisados que acapara la fuente pública para limpiar los cacharros de la comida. ¡Haría usted esto en su país!, le increpa mientras la cámara refleja los restos de comida en el lugar. También han grabado las toallitas desperdigadas por toda la zona del parque e incluso en el recinto infantil que uno puede imaginarse para qué se han usado. Me alegro de que plataformar como SOS Atxabiril se preocupen de estas situaciones. Es otro tipo de contaminación que no entra en la regulación de las zonas ZBE. Quizás es peor.
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