Juan, tan revoltoso y efervescente, sufre dentro de la jaula. "Nosotros le damos más velocidad a la pelota, pero en el Cuatro y Medio con la muga que te ponen ahí no se pueden pegar grandes pelotazos", analiza Martínez de Irujo. Su juego, despegado de toda noción de riesgo, evaluando de manera ínfima la posibilidad de fallar, pero con el punto de mira casi siempre afinado, se ve afectado por los problemas de espacio. "A veces me califican por mi carácter", manifiesta el pelotari, quien agrega que "si pensara en actuar de otra forma, ya no jugaría igual".
No obstante, el manista de Ibero ha mejorado en los dos últimos cursos sus prestaciones en el Cuatro y Medio. En 2008, en una final contra Aimar Olaizola, el delantero sufrió los envites de la ansiedad; un curso más tarde, Juan volvió a hincar la rodilla, con mayor aplomo, frente a Sébastien Gonzalez. Sin embargo, su resurrección el curso pasado ante Abel Barriola en la batalla por la txapela, pasmosamente tranquila, ha capitalizado su forma de afrontar el acotado. Tres pilares sustentan el genio de Juan: Aritz Altadill, en sus metas físicas, Jokin Etxaniz, su técnico, y Patxi Eugi, su botillero y sustento psicológico.
parcela física
Zentrum y Altadill cimentan su velocidad y potencia
Situado en Barañain, Zentrum está gestionado por Aritz Altadill, palista profesional, Jesús Eslava, expalista, y Jurdan Mendigutxia, fisioterapeuta. "La preparación se ha visto alterada por los aplazamientos", desgrana el delantero de Ibero, quien cimenta en el centro navarro su velocidad y su potencia, "a pesar de que no atesora una musculatura exagerada", como admiten desde Zentrum. " "Los resultados se encuentran, sobre todo, en la movilidad de la cadera, en los golpeos y en los cambios de dirección. También en el trabajo de los hombros, en el desplazamiento lateral, y eso carga mucho las caderas. Lo contrastamos con trabajo de movilidad", sostienen. De esta manera, un delantero de las características de Irujo, desarrolladas al máximo, tiene la oportunidad de dar un plus de ritmo a su juego, trabajando los desplazamientos cortos y de giros rápidos para prevenir lesiones. "Debemos potenciar sus virtudes, el trabajo de aire y de gancho. Para ello, el trabajo de tronco lo hemos llevado siempre con poleas y de pie, para potenciar su trabajo y, con esos giros, la ausencia de lesiones".
parcela técnica
"Su juego le da más de lo que le quita", analiza Etxaniz
"A Irujo, por las características que tiene, el Cuatro y Medio es la distancia que menos le gusta. Aquí hay que darle más veces y hay que defender más, controlar más", desvela Jokin Etxaniz, técnico de Aspe que trabaja con Juan, e incide en que "hace mucho que Juan, en el momento que no ha tenido problemas, ha estado en la liguilla y en la final. Es señal de que el Cuatro y Medio también le viene bien".
La evolución de Irujo, mantiene Etxaniz, durante los últimos cursos ha mejorado "sobre todo el aspecto mental: adaptándose a la distancia, sabiendo cómo va esto, cómo hay que sufrir, que es difícil conseguir el tanto...". "Dándole con la derecha ha mejorado mucho", concreta y apostilla que "el juego que tiene Juan tiene sus riesgos. Pero ha tenido más resultados positivos que negativos. Si no, no haría las cosas que hace, ni marcaría el ritmo que marca. El juego que tiene es el que tiene. Para conseguir meter la pelota tiene que ser agresivo, porque si juega de forma defensiva tiene menos posibilidad de meter pelota".
parcela psicológica
La regularidad, un valor realzado por los años
Tal y como desgrana Jokin Etxaniz, la parcela mental de Juan ha mejorado sus prestaciones de cara a los duelos disputados dentro del acotado. El valor fundamental de Irujo en este aspecto se personifica en Patxi Eugi, su botillero, con quien lleva desde el Masters Manomanista de 2008. "Hay que ser fuerte de cabeza cuando un adversario se va hacia delante y tú tienes que seguir en el partido. El Cuatro y Medio tiene bastante de psicología porque es una distancia en la cual hay que tener paciencia y estar sereno. En eso ha mejorado Juan. Está mucho más confiado, más tranquilo y, aunque gane o pierda, Juan transmite la sensación de que siempre está en el partido", declara el de Agoitz.
"Ha evolucionado muy bien durante estos años. Tanto en el mano a mano como en el Cuatro y Medio ha estado en las finales. En la cancha está más puesto, no se va tanto de los partidos y ha adquirido muchísima regularidad", determina Eugi, quien espera el domingo "un partido nivelado, duro, con mucho ritmo. Habrá que hacer todas las cosas bien para ganar".