bilbao. Formada en 1993, la Gernika Jai Alai Eskola se ha convertido en un referente de la cesta. El transcurso en estos 18 años está siendo muy positivo y cada vez están saliendo más profesionales.
Han levantado la Gernika Jai Alai Eskola y preparan todas las semanas las quinielas americanas en el frontón gernikarra, ¿es muy costoso?
Todo lo que hagas con ilusión te cuesta menos. Tenemos una directiva con la que trabajamos muy a gusto y con la que estamos preparando temas importantes, como el viernes de Gernika o los Internacionales de agosto de Gernika. Somos referente de la cesta punta en invierno. Nosotros damos la élite del campo aficionado con gente que, a pesar de tener sus trabajos, el amor que tienen por este deporte les hace estar muy implicados. La cesta engancha y viven para esto.
'Enfermos' de la cesta...
Hablo de campeones del mundo, de campeones de España que han conquistado muchísimas cosas y tienen prestigio internacional. Si a esto añadimos que tienen sus trabajos, sus profesiones, tiene mayor valor.
¿Cómo va la competición este año?
Hay mucho nivel: tenemos a lo mejor del campo aficionado. La gente está encantada y está cogiendo fuerza. Los aficionados ya están conociendo a todos los pelotaris, con un seguimiento grande por parte del público.
¡Qué cantidad de afición hay en Gernika!
Del Jai Alai de Gernika, que se inauguró en el 63, han salido 400 o 500 pelotaris profesionales y entre 2.000 y 3.000 aficionados. En cierta forma, estamos viendo que en los viernes de Gernika está apareciendo gente que hace mucho tiempo que no veíamos por el frontón desde hace mucho tiempo y que nos hace muchísima ilusión verla, porque parece que está queriendo volver, porque en estos momentos de crisis no desaparecen, se quedan y se están asomando. Eso es gratificante.
Y los patrocinios, ¿es lo más complicado?
No es fácil encontrar patrocinadores. La situación no está bien y es muy complicado. Hay que hacer un esfuerzo muy grande y tenemos una directiva implicada en la búsqueda de patrocinadores. Todo esto es costoso: damos premios en metálico y tenemos gastos de publicidad... Sin embargo, vamos tirando porque estamos trabajando mucho. Siempre con la ilusión de que se hable de cesta.
Además las quinielas servirán de espejo para los chavales.
Siempre es un referente. Los chavales se fijan en los mayores deseando que a ellos les llegue el turno.
¿Cuántos puntistas hay en la escuela?
Tenemos 45 chavales, de benjamines a senior. La escuela está bien de salud e incluso tenemos gente titular con la selección de España, también en Euskadi, y están jugando Mundiales. Los resultados nos están acompañando, no nos podemos quejar.
Y no paran.
Intentamos hacer exposiciones. Nuestra labor es difundir la cesta, ya sea a través de textos, de libros o de conferencias. La cosa es difusión, difusión y difusión.
¿Alguna receta más?
Trabajo, trabajo y trabajo. Somos unos enamorados de este deporte y sabemos que esto, en cualquier momento, tiene que arrancar. Tenemos un deporte propio que ha aportado mucho a los vascos. Se han mandado más de 7.000 u 8.000 pelotaris vascos en los últimos 150 años por el mundo. Hemos creado riqueza y se nos ha olvidado a todos. Creo que hay una deuda histórica con la cesta punta. La ventaja que tenemos con otros deportes es que nuestra modalidad es inigualable: espectacular y con difusión internacional. El producto lo tenemos, solo hace falta que alguien nos crea y nos apoye.
¿En qué están trabajando?
Desde hace años tenemos avanzado un plan estratégico para la cesta punta y llevamos mucho trabajando en él. Esperamos que algún día podamos presentarlo a las diferentes instituciones y creo que les va a encantar, porque es un proyecto viable y muy poco costoso. Lo más importante es que es un proyecto innovador y podía ser estratégico. Podía ser un primer borrador, porque la idea está ahí.
¿Cuántos profesionales han salido de la escuela?
La abrimos en el año 93. Desde entonces han salido 15 o 16 profesionales.
¿Diego Beaskoetxea es el referente?
Diego está considerado uno de los tres o cuatro mejores puntistas. El año pasado tuvo un verano espectacular y para muchos fue el mejor. Es un chico que ha cosechado triunfos en Francia, en Estados Unidos y aquí. Es un poco nuestro buque insignia. Es un muchacho que hace escuela. Él sabe de dónde ha salido y está claro que se ha convertido en un referente para los niños.