Duración: 55 minutos.

Saques: 8 de Larrinaga por 1 falta. 3 de Beldarrain por 2 faltas.

Marcador: 1-0, 5-1, 6-2, 8-3, 11-4, 14-6, 15-7, 16-8, 19-10, 26-11, 27-13, 32-18, 34-19, 35-23, 36-25, 37-26 y 40-26.

Incidencias: Buena entrada en el Deportivo de Bilbao.

bilbao. Es Pablo Fusto un tótem, ya lo demostró en la semifinal. Es un guerrero, pero también un estilista disfrazado de golpeador. Y es que, entre las virtudes del bonaerenses, destaca su visión en la cancha, su forma de entender la pala. Asimismo, custodiada la retaguardia por Koldo Larrinaga, se crece en el mando el argentino. Así, el delantero colorado se colocó la vitola de líder para guiar a su pareja a un resultado muy amplio pero justo para los campeones, que ofrecieron un recital en el Deportivo de Bilbao, donde Esteban Gaubeka y Julen Beldarrain estuvieron muy alejados del estado de forma mostrado en anteriores contiendas.

Comenzaron el encuentro los colorados enchufados. Una tacada de cinco tantos reventó al de Armin-tza y al de Orereta. Iniciaban la contienda con el firme propósito de ganar. Fue entonces, con el vacío de mando que reinaba en la cancha bilbaina, cuando Fusto tomó el bastón, para nunca soltarlo. Si bien la brecha abierta era amplia, posteriormente desfondaría el choque en un bucle de tantos que siempre favorecían a la pareja colorada. Solamente golpes sueltos hacían levantar los cartones para el dúo azul. Fue, de esta manera, como Larrinaga, con saques certeros que abrían las defensas adversarias, y Fusto consiguieron una ventaja a mitad de duelo de 13 tantos (23-10), que dejaba la final vista para la sentencia.

En el bando azul, el Gallo de Armintza no se encontraba a gusto, y eso lo notaba Beldarrain. Éste no lograba sujetar las embestidas del tándem rival, aferrado al bastón de mando del duelo. Mientras, en los cuadros largos, el zaguero de Sopelana trazaba trincheras para fundamentar en mejor medida la victoria y su compañero, inconmensurable, se afanaba en destruir cualquier atisbo de duda sobre la superioridad de los colorados.

Con el 26-11 en el luminoso se intuyó la reacción azul. A la desesperada, Gaubeka y Julen intentaron coser las heridas, pero la fortuna no estaba de su parte y lo pagaron. Para entonces, la vena competitiva del dúo formado por el Fusto y Larrinaga sirvió para doblegar en los instantes finales a sus rivales y llevarse el Trofeo Villa de Bilbao con una claridad pasmosa.