bilbao. En las instalaciones de Kaiku ayer había más alboroto de lo habitual. Desde el pasado viernes tenían en el pabellón la nueva trainera que acaba de adquirir el club, pero hasta la tarde de ayer nadie había tenido el privilegio de sentarse en sus tostas. El nuevo bote era una petición que desde hacía tiempo hacía José Luis Korta a los dirigentes sestaoarras. El motivo no era otro que el deseo del entrenador de poder trabajar siempre con el mejor materia posible. La trainera con la que Kaiku compite actualmente tiene algo menos de cuatro años y, aunque todavía está en perfecto estado, el club ha querido ponerse la venda antes que la herida y tener así una segunda embarcación con todas las garantías.

Ante la insistencia del entrenador, José Manuel Monje dio a torcer su brazo el pasado mes de mayo y encargó la elaboración de la nueva Bizkaitarra a los astilleros Amilibia de Orio. El presidente de Kaiku explicaba ayer que entendía la necesidad de tener dos botes de calidad para poder también entrenar en el invierno con dos traineras: "Al final le prometí que compraríamos la trainera. La que teníamos hasta ahora ha rendido fenomenalmente, ha dado muy buenos resultados, pero al de tres años el bote empieza a perder rigidez y, aunque tenemos pensado seguir compitiendo con ella, hemos optado por garantizar un buen recambio". La decisión no se ha tomado a la ligera, ya que adquirir una nueva trainera supone un desembolso superior a los 30.000 euros.

El que se ha encargado de decidir cómo debía de ser la nueva embarcación ha sido el propio José Luis Korta. El guipuzcoano, que acostumbra a estar encima de cada detalle de todo lo que rodea el club, no iba a dejar en manos de cualquiera la gestación de la nueva herramienta. Pero buscar un repuesto o una alternativa para un bote que ha dado tan buenos resultados es algo muy complicado. Lo que funciona no se toca, y si hay una embarcación que ha funcionado francamente bien, ha sido la que ha traído a Sestao la triple corona las dos últimas temporadas y la Bandera de La Concha. Por eso Korta ha querido hacer una réplica casi exacta de la embarcación campeona: "He encargado un bote idéntico al que tenemos. Llevé las medidas al milímetro, con los sitios donde deben ir los culos, las bancadas, los toletes, etc.". Korta no le pone ningún problema a la Bizkaitarra con la que han competido hasta ahora, sólo una: "Que está igual de vieja que yo". Ayer dedicaron la mañana a rotularla. Cuentan que tiene un verde "más Kaiku que la anterior" y el interior completamente negro. Eso sí, Korta apuntaba que tenía demasiadas pegatinas: "Pero esa es buena señal, que no nos falten".

Tras los entrenamientos de estos días, Korta decidirá si la estrenan este fin de semana, algo para lo que tiene muchas papeletas. De todas formas, descarta que la utilicen para La Concha. Ahí no quiere jugársela y pondrá en el agua la embarcación con la que consiguió el triunfo del año pasado. ¿Superstición? Nada de eso. Korta tiene una cosa clara: "Los remeros se adaptan al bote nuevo sin problema. Si ganan dirán que es perfecta y si pierden, que no vale".